Por Yahaira Piña |7 de septiembre de 2016, 5:23 AM

Esta es una historia realmente ejemplar; en Cartago hay 4 hermanos que son sordos, mudos y ciegos y viven muy felices porque han desarrollado el lenguaje del amor.

Esta familia se siente bendecida por Dios y por los ángeles que nunca faltan.

No hay palabras ni miradas, pero el contacto físico es el lenguaje de este hogar.

Teresa, Ligia, Mayra y Gilbeth son cuatro hermanos que no escuchan ni hablan, tampoco pueden ver porque heredaron una retinosis pigmentaria. Enfermedad que los dejó ciegos a poco de nacer.

Mayela es la hermana responsable de su cuido.

Pero en este mundo de silencio y oscuridad ellos conversan con una complicidad que solo existe entre hermanos.

Gilberth consiente a sus hermanas todos los días.

Mayra aprendió a tejer antes de quedar ciega, con el trabajo de sus manos logra un ingreso a su hogar.

Si se pregunta usted como puede ayudarles, en este momento necesitan cuatro closet para tener las cosas personales más ordenas y una cocina pues la que tienen se dañó.

Pero si todavía usted quiere darles más felicidad puede visitarlos y recibir un de sus calurosos abrazos y dulces sonrisas.

Ellos no hablan, no escuchan ni ven pero su amor con el lenguaje del alma.