Gerardo Zamora: “Si yo llegara a fallecer, y paso al lado bonito, es lindo porque volvería a ver a mi papá y a mi abuelo”
Hace un mes, el comunicador contestó a la pregunta de ¿Cómo le gustaría que fuera recordado?
El periodista Gerardo Zamora falleció la noche del Miércoles Santo tras sufrir un infarto, sin embargo, su legado está calando entre todos los costarricenses, desde los que tuvieron contacto con él en vida, hasta los que escucharon sus palabras y sus noticias en los distintos canales de comunicación.
Tal es el caso de la entrevista que le realizó hace un mes nuestra compañera Natalia Jiménez.
En ella Zamora contestó a dos preguntas, si ¿había pensado en la muerte? Y ¿Cómo le gustaría ser recordado?
¿En algún punto del proceso ha pensado en la muerte?
Sí, claro, y sobre todo en los momentos previos a ingresar al quirófano. Cuando yo entro voy de la mano de Dios, me encomiendo a él, y aunque sé que los médicos son demasiado profesionales y con mucha experiencia, cuando uno entra a cirugía lo asalta esa idea de si puede ser lo último.
Pero, aun así, pensando en que esto fuera lo último, trato de animarme. Yo me llego a animar con cosas como: si yo llegara a fallecer, y paso al lado bonito, es lindo porque volvería a ver a mi papá, a mi abuelo, y a gente queridísima a la que perdí hace muchos años. Tampoco es que soy amigo de la muerte, pero en el peor de los casos también ganó. Eso es lo que yo defino ver el vaso medio lleno.
¿Cómo le gustaría que Gerardo Zamora fuera recordado?
Me gustaría que me recordaran como una persona que, tal vez, no lo logró, pero que siempre intentó ver la vida como un vaso medio lleno. Yo sé que la frase es muy trillada, pero ese es uno de los grandes secretos. El que aprende a ver la vida como un vaso medio lleno y no medio vacío, va ganando. El vaso medio vacío para mí hubiera sido verme en el espejo al día siguiente de la cirugía y decir 'Ay, me falta un ojo' y victimizarme. Y verlo medio lleno, es decir: "Tengo un ojo, no me falta uno"
Zamora luchaba desde el año 2019 contra un meningioma, tumores benignos que lo llevaron al quirófano en ocho ocasiones y que, incluso, lo hicieron perder su ojo derecho.
Sus honras fúnebres serán en la funeraria del Magisterio, en Fátima de Heredia, la tarde de este Jueves Santo.
El funeral se realizará el Domingo de Resurrección en lugar y hora por definir.
