15 de mayo de 2014, 1:09 AM

Las primeras lluvias de la estación no sólo tomaron por sorpresa a los vecinos del asentamiento Caro Quintero, sino que acabaron una vez más con lo poco que tenían.

El fuego consumió 70 ranchos en marzo, y justo cuando trataban de volver a la normalidad, el agua se llevó los materiales de construcción.

El problema, según los vecinos, se debe a unas bodegas que se construyen en la parte de arriba del asentamiento.

Pero ese no es el único problema que tienen. La municipalidad de Alajuela les dio la orden de no reconstruir las viviendas, porque debajo del precario hay una naciente de agua.

Sin embargo, los vecinos reclaman que el municipio les prohíbe construir, pero sí le dio el visto bueno a la empresa que construye las bodegas.

Por su parte, la Municipalidad asegura que pese a los problemas que tienen estas familias, por el momento están con las manos atadas, ya que el asentamiento no paga impuestos municipales desde 1985.

Los vecinos del lugar aseguran que temen por su vida y que esperan que manos solidarias se unan de nuevo para ayudarles a terminar de construir sus viviendas.