28 de junio de 2016, 6:54 AM

La venta de galletas de natilla y palos de queso en el Cenada se convirtió rápidamente en el inicio de un negocio en Zarcero.

Hoy esta empresa rompe fronteras y aumenta su línea de productos distribuidos en todo el país.

Es en el cantón de Zarcero, a un kilómetro del parque, que se encuentra uno de los lugares predilectos de la repostería casera.

En ese lugar se trabaja las 24 horas del día, el personal tiene tres turnos, descansos programados y funcionan bajo estándares internacionales que han adoptado para mejorar producto y calidad.

La mano de obra se concentra en cada uno de los procesos, donde las máquinas apoyan al personal, pero donde ellos son quienes le dan ese gustito final para conquistar paladares.

Viajan por el territorio nacional y recientemente fuera de nuestras fronteras comenzaron a despertar el interés del consumidor centroamericano.

La receta no puede variar, la innovación y la tecnología es invitada a participar en los procesos, pero no para modificar la esencia pura de cada producto.

La diversificación de la línea de productos y el crecimiento en su planta van de la mano con las prioridades que dan a su organización y lo que se han trazado desde un inicio.

Pasión, intensidad, comunicación, manualidad, compromiso, van impresos en cada producto, en ese producto que lleva conquistando a mucho por años.