Por Juan José Herrera |13 de mayo de 2024, 13:52 PM

La expresidenta del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Irene Cañas, culpó a la actual administración por la crisis energética que enfrenta el país y aseguró que es un problema de mala gestión el que hoy tiene a Costa Rica al borde de un apagón.

En entrevista con el programa de radio Hablando Claro, de la periodista Vilma Ibarra, Cañas desmintió algunas de las razones que el ICE, hoy al mando de Marco Acuña, ha ofrecido para explicar por qué el país agotó sus reservas de energía luego de años de bonanza.

“Esta crisis se pudo haber evitado con un manejo estratégico de los recursos que ya tenemos”, aseveró Cañas, jerarca durante toda la administración de Carlos Alvarado.

Según Cañas, es falso que ella y su antecesor en el cargo, Carlos Manuel Obregón, no invirtieran en nuevas fuentes de generación.

“700 mega watts se introdujeron desde esta gestión y la anterior, no proyectos ICE que solo había uno que era el de Pailas (geotermia), los demás proyectos eran hidro y eólicos, privados o de las empresas distribuidoras de electrificación rural.

“Estamos hablando de 700 megas cuando la demanda no crecía al ritmo de lo que creció en los 90”, aseveró.

La exjerarca aseveró que esas inversiones se hicieron en momentos cuando la demanda energética del país cayó por los cambios en el modelo económico e incluso la pandemia del COVID-19, pero que aun así se llevó la capacidad instalada del país a 3.500 megas cuando la demanda rondaba los 1.700.

El problema hoy, aseveró, es que el ICE no tomó las previsiones que sí se guardaron en el pasado, por ejemplo, comprar electricidad cuando los embalses de las represas estaban llenas o generar con plantas térmicas aunque existiera la capacidad hídrica.

“Nosotros, pese a los reclamos de sectores, compramos electricidad en la región con los embalses llenos para prever los impactos del fenómeno de El Niño, entonces pese a estar en la época lluviosa importamos electricidad para mantener los embalses en niveles óptimos.

“Se utilizó térmico también, eso es un manejo estratégico del sistema para garantizar el recurso en el momento que se ocupa”, aseveró.

Cañas, además, salió al paso de las críticas que su gestión ha recibido por no llevar adelante proyectos como el de Diquís (hidroeléctrico), Borinquen (geotérmico) o Tejona (eólico).

Aseguró que en el caso de Borinquen siempre se dispuso en el plan estratégico del ICE que este entrara en operación en 2027 y que su administración en ningún momento lo frenó o retrasó.

Con Diquís, dijo, el proyecto no contaba ni con la viabilidad ambiental ni la consulta indígena necesaria para llevarlo a cabo, además de que el ICE no tenía los recursos financieros para sacarlo adelante.

“Por un tema contable, se dijo que había que tomar una decisión, entonces lo que se hizo fue una suspensión del proyecto y contablemente tuvimos que pasar todo lo invertido durante más de 20 años a gasto.

“Pero Diquís no hubiera estado operando ahora, requiere seis años de construcción y no tenía ni la viabilidad ambiental ni la consulta indígena, entonces es falso lo que se ha dicho, no estarían operando ni Diquís ni Borinquen”, aseveró.

Sobre los contratos que vencieron con generadores privados, la exjerarca defendió que hacer esas inversiones cuando la demanda no estaba ni cerca de superar la capacidad generada hubiera sido irresponsable con los usuarios, que habrían tenido que asumir esos costos en sus tarifas.

Dijo que se consultó a la Aresep sobre la posibilidad de negociar a la baja esas nuevas extensiones, pero que la autoridad reguladora nunca les respondió sobre esa posibilidad.

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