Costarricenses enfrentan 10 años de mala salud antes de morir
Un estudio revela que personas en todo el mundo viven una vida larga, pero no necesariamente más saludables.
Los costarricenses enfrentan 10 años de mala salud antes de morir, según se refleja en un estudio de Mayo Clinic con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de una investigación realizada en 183 países que revela que, aunque en muchos de estos las personas tienen una vida larga, no necesariamente la viven de manera saludable.
La esperanza de salud describe la cantidad de años que una persona vive una vida saludable, activa y libre de enfermedades.
En el estudio se analizaron los datos sobre la esperanza de vida, la esperanza de vida ajustada a la salud, los años vividos con alguna enfermedad y los años de vida perdidos entre los Estados miembros. La diferencia entre la esperanza de salud y la esperanza de vida de cada estado miembro se calculó restando la esperanza de vida ajustada a la salud de la esperanza de vida.
En el caso de Costa Rica, la esperanza de vida al nacer hoy es de 80.91 años y la diferencia entre esa esperanza de vida y la esperanza de salud se incrementó en 10.85 años. En otras palabras, los costarricenses pueden esperar vivir en promedio hasta los 70 años con buena salud. Los últimos 10.85 años de vida, en promedio, podrían estar marcados por problemas de salud o condiciones que afectan la calidad de vida, como enfermedades crónicas, discapacidades o limitaciones físicas.
Esto no implica necesariamente que todos vivan exactamente ese tiempo con mala salud, pero refleja una tendencia general en la población.
De acuerdo con uno de los autores principales del estudio, Dr. Andre Terzic, es evidente que las ganancias en longevidad no son equivalentes a la longevidad saludable.
"A menudo, envejecer significa más años de vida cargados de enfermedades. Esta investigación tiene importantes implicaciones prácticas y políticas, llamando la atención sobre una amenaza creciente para la calidad de la longevidad y la necesidad de reducir la diferencia entre la esperanza de salud y la esperanza de vida”, afirmó Terzic.
La diferencia promedio global entre la esperanza de vida y la esperanza de salud fue de 9,6 años en 2019, el último año con estadísticas disponibles. Eso representa un aumento del 13% desde el 2000.
Otra de las autoras del estudio, Armin Garmany, indicó que es necesario implementar cambios en los sistemas de salud.
"El crecimiento global de la diferencia entre la esperanza de salud y la esperanza de vida apunta a la necesidad de una transición acelerada a sistemas de atención proactivos centrados en el bienestar. Identificar los factores que contribuyen a la diferencia singular de cada región puede ayudar a basar las intervenciones específicas en la atención a la salud de cada país y región”, indicó Garmany.
El estudio también encontró una diferencia del 25% entre hombres y mujeres a nivel mundial. En los 183 países encuestados, las mujeres experimentaron una diferencia de 2,4 años más entre la esperanza de vida y la esperanza de salud que los hombres.
Entre las razones que han contribuido al aumento de los años de mala salud entre las mujeres están los trastornos neurológicos, músculo-esqueléticos, urinarios y del tracto genital.
Por su parte, Estados Unidos fue el país miembro con la mayor diferencia entre la esperanza de vida y la esperanza de salud, con un promedio de 12,4 años con alguna discapacidad o enfermedad.