Rosa Miranda: Una vida de sabiduría, amor y recuerdos que perduran
La claridad de su mente es asombrosa para una mujer de casi 100 años. Ella recuerda con lujo de detalles las anécdotas que ha acumulado a lo largo de su vida.
Con 99 años de vida, Rosa Miranda, vecina de Cubujuquí en el cantón central de Heredia, se ha convertido en un verdadero tesoro de historias y sabiduría.
Nacida el 27 de septiembre de 1925, Miranda ha vivido casi un siglo de experiencias que la han marcado profundamente, y que ella comparte con una claridad impresionante.
En una emotiva entrevista para el programa Más Que Noticias, Rosa nos abrió las puertas de su hogar y de su vida, brindándonos un vistazo a las memorias de una mujer que ha vivido y visto cambiar el mundo de una manera única.
Su relato no solo es un testimonio de una vida larga, sino también un reflejo de la pasión por la enseñanza y de los valores que ha cultivado durante su tiempo en este mundo (repase la historia completa en el video adjunto).
Educadora jubilada, dedicó gran parte de su vida a la enseñanza, especialmente a la educación religiosa, una vocación que, según ella misma cuenta, fue un llamado desde joven.
“Siempre sentí que mi misión era enseñar, compartir lo que sabía, guiar a otros. Y la religión fue la base de muchas de mis enseñanzas. Hoy, al mirar atrás, me siento muy feliz de haber elegido ese camino”, explica con la serenidad de quien ha visto generaciones enteras crecer y formarse bajo su mirada atenta.
La claridad de su mente es asombrosa para una mujer de casi 100 años. Rosa recuerda con lujo de detalles las anécdotas que ha ido acumulando a lo largo de su vida. Cada historia, cada evento importante, se presenta con la frescura y viveza de quien sigue disfrutando del presente, pero también sabiendo valorar el pasado.
“Cada etapa de la vida trae algo especial, algo que nos enseña y nos prepara para lo que viene. Yo he vivido muchas cosas, y cada una de ellas me ha dejado algo valioso”, comenta mientras sonríe, dejando ver esa chispa en los ojos que nunca se apaga.
Madre de dos hijos, Rosa no duda en decir que ellos son su adoración. Con una profunda ternura, habla de ellos como los mayores logros de su vida.
“Mis hijos son mi razón de ser. Siempre me han dado mucha felicidad, y verlos formar sus propias familias me llena de orgullo y gratitud", nos dijo.