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Nada apaga la alegría de Abraham
Él es una persona ciega desde nacimiento, pero nada le quita la ilusión.
Abraham Valverde siempre anda con una sonrisa en su rostro, recorriendo las calles de Matina, esas que han sido en silencio las mejores testigos de una vida llena de esfuerzo y perseverancia.
Él es una persona ciega desde nacimiento, pero nada le quita la ilusión. Incluso hoy a sus 65 años tiene el ímpetu y la energía que más de un joven desearía.
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