Por Juan Carlos Zumbado |19 de agosto de 2024, 18:55 PM

En San Juan, Naranjo, Alajuela, se alza una vivienda que no solo representa un símbolo arquitectónico del pasado, sino que también es un testimonio vivo de la rica historia de la comunidad. Construida en 1950, esta casa emblemática ha sido testigo de la evolución del pueblo. 

Actualmente, es el hogar de Damaris Cordero, quien ha preservado este legado familiar mientras dedica su vida al servicio comunitario.

La casa de doña Damaris: un testimonio vivo de la historia

Esta vivienda, la más antigua de la localidad, perteneció originalmente a los padres de Damaris. Su construcción a mediados del siglo XX la convierte en una joya arquitectónica, un recordatorio de una época en la que las casas se edificaban para perdurar generaciones. Los muros de la estructura, que han resistido el paso del tiempo, encierran relatos de la vida cotidiana, de celebraciones familiares y de los cambios que han moldeado a la comunidad de San Juan.

Damaris Cordero: bibliotecóloga y líder comunitaria

Doña Damaris Cordero es una figura querida en San Juan. Su trayectoria como bibliotecóloga en el Colegio de Naranjo dejó una huella imborrable en la educación de numerosos jóvenes. Durante su tiempo en el colegio, no solo promovió el amor por la lectura, sino que también se convirtió en un pilar en la formación de nuevas generaciones.

Tras su retiro, su compromiso con la comunidad no disminuyó. Actualmente, forma parte de la Junta Administrativa del Colegio de Naranjo, donde continúa influenciando la educación y el bienestar de los estudiantes. Además, es miembro de la Junta Administrativa de la Escuela República de Ecuador, reafirmando su dedicación a la educación en todos los niveles.

El servicio de Cordero no se limita al ámbito educativo. Su devoción también se extiende a la vida espiritual, colaborando activamente en el Templo de San Juan. Su fe y disposición para ayudar han sido una fuente de inspiración para muchos en la comunidad.

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