Por Jose Ernesto Herrera |7 de octubre de 2024, 18:55 PM

En el territorio indígena ngäbe, específicamente en Alto Comte, Pavón de Golfito, existió una tradición ancestral que lamentablemente se extinguió en el 2000: el juego de la balsería. 

Esta actividad cultural, cargada de significado y festividad, era una parte fundamental de las celebraciones indígenas, donde reinaba la algarabía, los cánticos y los bailes (repase la nota completa en el video adjunto). 

Leonidas Contreras, uno de los últimos portadores de esta tradición, recuerda con nostalgia cómo se practicaba este juego. La balsería consistía en el uso de palos de balsa, y cada jugador disponía de 20 de ellos. 

El objetivo principal era lanzarlos y tratar de impactar al contrincante, todo en medio de un ambiente lleno de música y cánticos que hacían que la competencia fuera más intensa. Durante el juego, los participantes “se toreaban” para avivar el desafío y lograr que los lanzamientos fueran más agresivos y certeros.

El juego de la balsería no solo era una actividad física, sino un reflejo de la identidad y el espíritu guerrero del pueblo ngäbe. Sin embargo, Antonio Andrade, líder indígena, lamenta profundamente la pérdida de esta tradición que una vez fue fundamental en las festividades de su comunidad.

Hoy en día, en la Escuela de Alto Comte, se preservan los recuerdos de esta y otras tradiciones. Allí se encuentran los juegos tradicionales y los instrumentos de cacería que solían utilizar los antepasados ngäbes, ofreciendo una ventana al pasado para las nuevas generaciones.

Aunque la balsería ya no se practica, su legado perdura en la memoria de quienes aún recuerdan la importancia que tenía para su pueblo, como un símbolo de fortaleza, cultura y unión.

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