Por José Fernando Araya |7 de octubre de 2017, 13:28 PM

Al Mundial por quinta ocasión. Costa Rica vuelve a una Copa del Mundo una vez más tras lograr una gran eliminatoria.

Todavía con la resaca de Brasil 2014, La Sele de Óscar Ramírez supo mantener el buen paso de un exitoso proceso que se armó cuatro años atrás y fue pilar en la quinta clasificación mundialista.

La mayoría de jugadores mostró un gran nivel, tanto los legionarios (la mayoría) como los pocos que militan en la Primera División y lograron entrar en el selecto grupo.

A continuación repasamos algunos de los principales pilares de esta eliminatoria que culmina exitosamente con el boleto a Rusia 2018, estos fueron:

 

El referente: Keylor Navas.

Ser el flamante portero del Real Madrid es suficiente para generar la atención mediática en todo momento. Es la principal figura de la Tricolor por su presencia en el máximo nivel futbolístico.

Además, el portero de la Selección Nacional demostró toda su valía al ser determinante en los juegos ante Trinidad y Tobago y México acá en el Estadio Nacional con paradas determinantes que levantaron a más de uno de su asiento; así como en el triunfo ante Estados Unidos como visitantes.

No cabe duda que será el referente a seguir por todos los medios internacionales durante el próximo Mundial.

 

El más regular: Celso Borges

Borges es todo un líder en el equipo patrio. Es el equilibrio ideal entre ataque y defensa y su función es lograr una transición entre ambos de la mejor manera posible.

Su titularidad y capitanía en el Deportivo La Coruña lo hicieron indispensable en la era de Óscar Ramírez al punto de ser el jugador con más minutos dentro del terreno de juego.

Celso ha disputado 14 de los 15 compromisos de la Tricolor camino a Rusia 2018, de ahí la valía del volante, que de no darse ningún inconveniente, disputará su segunda Copa del Mundo y de forma consecutiva.

 

El cerebro: Bryan Ruiz.

Probablemente es el jugador más determinante de la Tricolor. Cuando Bryan estuvo encendido, La Sele lució sus mejores galas.

Más allá de todos los problemas que vive actualmente con su club el Sporting de Lisboa ya que no juega y está fuera de toda competición, en sus pies pasa la conducción de la pelota.

El Machillo confía en su nivel al 100% y este no ha defraudado con grandes aportes como el golazo a Trinidad y Tobago donde dio el triunfo para La Sele cuando más urgía.

Llega mucho más maduro a su segundo Mundial donde espera volver a hacer historia como cuando lo hizo ante Italia en Brasil 2014.

 

El matador: Marco Ureña

Si alguien se ha beneficiado desde el pasado proceso mundialista a este, ese ha sido Marco Ureña.

Su salto del fútbol de Rusia y Dinamarca al de la MLS de los Estados Unidos, no hizo más que fortalecerlo.

Sus goles terminaron de darle forma al boleto mundialista y mandó a más de uno a sacar visa rusa tras el triunfo 0-2 de visita ante Estados Unidos, donde no se había ganado desde 1985.

Por si fuera poco, anotó un verdadero golazo para hacer vibrar el Estadio Nacional en el empate ante México.

Marcó tres goles convirtiéndose en el goleador que tanto necesitaba la Tricolor.

 

El técnico: Óscar Ramírez

Exitoso con Alajuelense, la Fedefútbol lo nombró como principal opción para suplir a Paulo Wanchope, quien venía marcando el paso del anterior proceso de Jorge Luis Pinto.

Con pocos cambios al equipo Óscar Ramírez supo llevar la eliminatoria a buen puerto con una sola derrota ante México en el Estadio Azteca, esto pese a contar con una criticada forma de juego al que muchos catalogan de defensiva.

El buen trabajo en sus líneas, sobre todo en la zaga, fueron parte de sus puntos altos, además supo involucrar a nuevos talentos como Matarrita, Guzmán y el propio Waston.

 

La sorpresa: David Guzmán

Apareció en buen momento para la Tricolor. Supo trasladar su buen nivel en la MLS al equipo patrio para terminar convirtiéndose en el volante de contención titular de La Sele.

Guzmán hizo lo impensable antes de la eliminatoria: olvidar a Yeltsin Tejeda del centro del campo y ganarle el pulso a la experiencia de Randall Azofeifa.

Cabe resaltar que no fue la única sorpresa del proceso rumbo a Rusia 2018, ya que también destacó el trabajo de Kendall Waston en defensiva y quien fue el gran héroe de la clasificación.

El espigado defensor se convirtió en pieza clave de la parte baja y verdugo de Honduras tanto en San Pedro Sula como en el Estadio Nacional. Tras quedarse al margen de Brasil 2014, todo hace indicar que el 2018 será su Mundial. 

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