Por José Fernando Araya |20 de junio de 2024, 9:10 AM

Keylor Navas ha detenido 13 penales en toda su carrera, solo contando los lanzamientos en tiempo regular.

En tandas de definición desde el punto de penal le llegó a dar una Copa de Francia al París Saint Germain ante el Lyon, pero ninguno tan importante como el de aquella tarde del 29 de junio del 2014 en el estadio Arena Pernambuco.

Costa Rica venía de dejar al mundo con la boca abierta tras pasar de primeros en el grupo de la muerte ante tres campeones del mundo: Uruguay, Italia e Inglaterra.

Por lo que Grecia parecía ser un rival mucho más accesible para la gran Costa Rica.

Pero fue todo lo contrario, Bryan Ruiz había adelantado a La Sele tras un juego muy cerrado y ya para el final una expulsión de Óscar Duarte y un gol en los últimos minutos que obligaba al tiempo extra.

En la complementaria, nervios de punta, sustos iban y venían y una zozobra como nunca.

Así llegaron los penales, con todo un país al borde del infarto y en completo silencio nervioso en cada uno de los lanzamientos.

Atinaron por Costa Rica, Celso Borges, Bryan Ruiz, Pipo González y Joel Campbell.

Pero por Grecia también lo hicieron Mitroglu, el de apellido impronunciable Christodoulopoulos y Holebas.

Era el turno de Fanis Gekas para patear. En el arco, el que ya brillaba con luz propia en esa Copa, Keylor Navas.

Curiosamente, ambos eran compañeros en ese momento en el Levante y eso siempre generó el morbo de que Navas ya lo conocía como tirador.

Gekas cogió impulsó remató y de inmediato cerca de 5 millones de ticos y el resto del mundo exclamaron lo mismo: “¡Paró Keylor!”.

“Fue increíble. Sinceramente, le pegó tan duro que no vi la bola y solo sentí cuando me pegó en la mano. La gente decía que cómo éramos compañeros en el Levante que ya fijo sabe cómo lo tira y la verdad no tenía ni idea, no me acordaba de cómo pateaba, solo escogí el lado más fuerte de él que era el diestro y me lancé y lo detuve. Al final me levanté y lo festejé al cielo, agradecí a Dios”, reconoció recientemente Navas en entrevista con el periodista Yashin Quesada y su espacio Encuentro Deportivo de Radio Columbia.

Después de esto, Michael Umaña, se encargó de anotar su cobro y poner así el nombre de Costa Rica en unos cuartos de final de un Mundial. 

Navas asegura que aquella sorpresiva Selección Nacional apodada “mata gigantes” no fue obra de la casualidad.

“No hubo casualidades en el Mundial, en el mundo no las hay. Éramos jugadores en buenas ligas, algunos estábamos en clubes no tan grandes, pero jugando ante buenos rivales, entonces ese miedo de jugar ante rivales fuertes no existía y teníamos una unión de grupo muy buena.

“A nivel de selección un Mundial es lo más grande que hay y nosotros logramos en Brasil 2014 hacer historia con nuestro país y eso estará en la historia de nosotros los costarricenses por muchos años”, expresó el futbolista, quien recién acaba de dejar las filas del PSG y anunció su retiro de La Sele.

Precisamente en ese repaso por su carrera con la Tricolor, el guardameta reconoció que tenía el sueño de ganar un Mundial y esa Copa les permitió soñar con eso.

No logré todo con la Selección. Me hubiera gustado ser campeón del mundo, en Brasil estuvimos cerca, pero no nos alcanzó, es una realidad. La gente hablará siempre de Costa Rica en Brasil y uno tiene muchos recuerdos. Recuerdo que cuando llegamos a Santos (campamento base de Costa Rica en aquella Copa) no había nadie afuera en el hotel para recibirnos y cuando ganamos estaba lleno. Estuvimos cerca de clasificar a una semifinal del Mundial”, añadió.

Aquel Mundial y su actuación en la portería le permitió a Navas tener ofertas de múltiples equipos, entre ellos el Bayern Munich, aunque al final entró el Real Madrid en juego y lo fichó por 10 millones de euros y donde brilló por cinco años con 12 títulos entre ellos tres Champions League de forma consecutiva.

Como dice Keylor, no hubo casualidades en aquel Mundial y aquel penal fue solo una prueba de lo que estaba por venir para él en Europa. 

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