Unesco vota dos polémicas resoluciones sobre los territorios palestinos ocupados
Jerusalén Este es la parte palestina de Jerusalén ocupada desde 1967 por Israel, y anexionada posteriormente
La Unesco, agencia cultural de la ONU, vota este martes dos polémicas resoluciones sobre los territorios palestinos ocupados, que según Israel ignoran los vínculos de los judíos con dos emblemáticos lugares religiosos en Jerusalén Este.
Israel había anunciado la semana pasada la suspensión de su cooperación con la Unesco, entidad basada en París, después de que se adoptaran en una primera votación estas resoluciones propuestas por siete países árabes.
Este martes los proyectos de resolución serán objeto de otra votación por parte del Consejo ejecutivo de la Unesco, que se reúne en sesión plenaria, para ser eventualmente adoptadas de forma definitiva.
Estas resoluciones se refieren a la "Palestina ocupada" y critican la gestión por parte de Israel de los sitios religiosos disputados con los palestinos. Israel consideró además que la forma en que la Unesco denomina estos sitios son una negación del vínculo milenario entre los judíos y Jerusalén.
Jerusalén Este es la parte palestina de Jerusalén ocupada desde 1967 por Israel, y anexionada posteriormente, y que los palestinos quieren que sea la capital de su futuro Estado.
Es ahí donde se halla la ultrasensible Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam, y lugar más sagrado para los judíos, al que llaman Monte del Templo. En este punto se elevaba el segundo templo judío destruido por los romanos en el año 70. La Unesco hace referencia a esa lugar como únicamente la Explanada de las Mezquitas.
Israel también critica que se designe primeramente por su nombre árabe (Al Buraq) el muro que los israelíes llaman el Muro de los Lamentaciones, denominación que aparece entre comillas.
Según denunció el lunes el embajador israelí ante la ONU, la propia directora de la Unesco, Irina Bokova, ha recibido "amenazas de muerte" después de haber expresado sus reservas a estos proyecto de resolución impulsado por países árabes.
"La directora general ha recibido amenazas de muerte y su protección ha sido reforzada", dijo el lunes Carmel Shama Cohen a la radio pública israelí.