Por AFP Agencia |26 de junio de 2017, 15:55 PM

El presidente sirio Bashar al Asad podría estar preparando un ataque con armas químicas que resultaría en el "asesinato masivo" de civiles, dijo este lunes la Casa Blanca, y advirtió que el régimen de Damasco pagará "un alto precio" si concreta el ataque.

La Casa Blanca anunció que los preparativos eran similares a aquellos que llevó a cabo el régimen de Asad antes de lanzar un ataque químico contra una ciudad controlada por rebeldes el pasado 4 de abril. En esa ocasión Washington lanzó un ataque aéreo contra una base aérea siria en represalia.

"Estados Unidos ha identificado la posible preparación de otro ataque con armas químicas por parte del régimen de Asad que provocaría el asesinato masivo de civiles, incluyendo niños inocentes", dijo el portavoz Sean Spicer en un comunicado.

"Las actividades son similares a los preparativos que el régimen realizó antes del ataque con armas químicas del 4 de abril de 2017", agregó.

Asad, apoyado por Rusia, ha negado las acusaciones de que sus fuerzas utilizaron armas químicas contra la ciudad rebelde de Jan Sheijun y dijo que las mismas "fueron 100% fabricadas".

El mandatario sirio asegura que su régimen entregó en 2013 todas las armas químicas que tenía en su poder en el marco de un acuerdo negociado con Rusia, para evitar las amenazas de una ataque militar de Estados Unidos.

Ese acuerdo fue luego consagrado en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Pero el jefe del Pentágono, Jim Mattis, había advertido previamente que Estados Unidos no tenía dudas de que Siria se había quedado con algunas armas químicas.

"Como afirmamos previamente, Estados Unidos está en Siria para eliminar al Estado Islámico de Siria e Irak", afirmó Spicer en el comunicado.

"No obstante, si el Sr. Asad realiza otro asesinato masivo con un ataque de armas químicas, él y sus militares pagarán un alto precio", agregó.

La coalición que lidera Estados Unidos en Siria apoya a las fuerzas que intentan arrebatar Raqa al grupo Estado Islámico, y también ayudan a las fuerzas que combaten a esta organización en Mosul, Irak.

Rusia apoya con bombardeos al régimen de Asad, mientras que Estados Unidos está en Siria principalmente para ayudar al combate contra el grupo EI.

La guerra civil siria comenzó en 2011 con protestas antigubernamentales que devinieron en un conflicto devastador que ha costado la vida a 320.000 personas.