Por AFP Agencia |3 de agosto de 2023, 7:06 AM

Tokio, Japón | Los estadios no están llenos, pero en las tiendas en Japón del París SG no cabe un alfiler durante una gira de pretemprada que permite al club desarrollar su marca, especialmente gracias a colaboraciones con artistas.

En las redes sociales, los aficionados al fútbol nipones calificaron de "partido salado" ("shio shiai"), término que viene del 'catch' para describir un partido no demasiado interesante, al empate a cero contra el Al-Nassr de Cristiano Ronaldo, en Osaka, con tan sólo 25.000 aficionados en un estadio del doble de capacidad.

El aforo fue ligeramente mejor contra el Cerezo Osaka, con 32.000 entradas vendidas y cinco goles (victoria 3-2 para el equipo local), y mejoró en Tokio, con 50.000 entradas vendidas de 68.000 disponibles en la derrota contra el Inter Milán (2-1). 

Tomoki, aficionado de 19 años que vestía en Osaka una camiseta del PSG con el nombre del brasileño Neymar estaba "decepcionado por no haber visto jugar a Neymar". El año pasado el club colgó el cartel de "todo vendido" en Japón.

Pero 'Ney', que sigue recuperándose de su lesión sufrida en marzo, sólo jugó el último partido, este jueves contra el Jeonbuk Motors surcoreano (victoria gala 3-0), y Mbappé, castigado, se quedó en París, con su situación contractual todavía en el limbo.

Si bien los fondos estaban llenos, los precios de las entradas en tribunas laterales desanimaron a los curiosos. Para el PSG-Inter, las entradas más caras alcanzaron los 200.000 yenes (unos 1.400 dólares).

- "Muchos asientos vacíos" -

"Quizás no debería decir esto, pero me gustaría que revisaramos el precio de los billetes", lamentó la estrella del Cerezo, Shinji Kagawa. "Un equipo tan grande ha hecho un largo camino para venir hasta aquí y había muchos asientos vacíos. Los precios tendrían que haber permitido a niños ver el partido, es una pena".

"No tenemos el control de todos los asuntos, es la política de precios del promotor" japonés RP Circus, explica a la AFP el director del PSG para la zona Asia-Pacífico, Sébastien Wasels.

"No, el promotor no pidió" una devolución por la ausencia de Mbappé, responde el dirigente con una sonrisa, que añade que "su voluntad era hacer venir al equipo", no una individualidad.

A pesar de los asientos vacíos, Wasels está "feliz" por el éxito de la gira, que ha aportado a las arcas del PSG "más de 20 millones de euros, y si añadimos el partido en Corea, subimos a más de 25 millones".

El club añadió en el último momento un partido en Busan contra Jeonbuk Motors, el jueves, que pretende aprovechar el tirón de la nueva estrella surcoreana del conjunto parisino Lee Kang-in, a la espera de que se recupere de su lesión en el muslo y pueda disputar unos cuantos minutos.

Esta suma "es histórica para el club y creo que hemos alcanzado el récord de la gira más lucrativa de un club europeo", valora Wasels, quien define Japón como el tercer mayor mercado del club, sólo por detrás de Francia y Estados Unidos.

- "Alcanzar diferentes tipos de audiencia" -

El club tiene tres tiendas permanentes en Japón, dos en Tokio y una en Nagoya y durante la gira se instalaron puestos de venta efímeros en los alrededores de los estadios. 

"En cuatro días ya se había vendido un 40% más con respecto a la gira del año pasado", se felicitó Wasels.

Una de las raíces de este éxito es "las colaboraciones prestigiosas con artistas para alcanzar un público más allá del fútbol, interesado por la moda y el 'lifestyle'", explicaba el director de la marca del club Fabien Allègre, desde el museo de arte Nakanoshima de Osaka, donde el PSG instaló una tienda efímera durante su semana de concentración.

Los campeones de Francia expusieron colaboraciones con artistas locales, vendidas en línea o in situ.

El PSG continúa su colaboración con la estrella japonesa Verdy, quien es también el director artístico del célebre grupo de K-Pop Black Pink, que llenó el Stade de France el 15 de julio.

Ahora, el conjunto parisino trabaja además con el creador japonés Poggy, quien utiliza tela vaquera y la modifica con los colores rojo y azul y el logo del PSG en una colección exclusiva.

"Queremos tocar diferentes tipos de audiencia a través de la comunidad de cada artista", resume Fabien Allègre, satisfecho al ver como la cola para entrar en la tienda del PSG, en el barrio de Shibuya, se alarga varias manzanas.

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