Por AFP Agencia |7 de agosto de 2019, 5:19 AM

Manchester City y Liverpool son actualmente los dos pesos pesados del fútbol inglés y están dispuestos a librar un nuevo combate por el título de la Premier League, el campeonato inglés que comenzará este viernes en Anfield con los Reds recibiendo al Norwich City, uno de los recién ascendidos.

En la esquina azul, el City. Vencedor de los tres títulos nacionales la pasada temporada (cuatro contando la Community Shield), el equipo que entrena Pep Guardiola pretende revalidar el campeonato para afianzar su supremacía en el fútbol inglés en los últimos años.

Tres títulos consecutivos de la Premier es algo que no se ve desde que lo lograra el Manchester United entre 2007 y 2009.

En la esquina roja, un Liverpool campeón de Europa que busca desesperadamente un título que no consigue desde 1990, cuando el campeonato inglés aún no había sido rebautizado como Premier League.

Estuvo cerca de conseguirlo la pasada temporada, cuando perdió sólo un partido de 38 y llevó al City a tener que ganar la corona en el último partido. Los 97 puntos sumados por los Reds son, simplemente, la tercera mejor puntuación de la historia. Sólo el City pudo sumar más puntos en los dos últimos años (100 y 98), en los que salió campeón.

A modo de aperitivo, ambos equipos se enfrentaron el pasado domingo en la Community Shield, con triunfo en los penales para los Citizens (tras el 1-1 después de los 90 minutos de juego). Fue la demostración de que los dos equipos están muy igualados y que pequeños detalles, como un penal, pueden acabar decidiendo.

Con cinco títulos conquistados en las últimas dos temporadas, el City es el gran favorito de las casas de apuestas para volver a ganar la Premier. Esta temporada, el mediocentro español 'Rodri' Hérnandez es su principal refuerzo, tras haber pagado unos 70 millones de euros al Atlético de Madrid.

Guardiola ansía hacer de 'su' Manchester City uno de los mejores equipos de la historia del fútbol inglés y en los últimos días ha vuelto a repetir que su preferencia es el título doméstico, por encima de la Liga de Campeones, donde el club no ha alcanzado aún el nivel que se le debe exigir por poderío financiero.

"Para mantener el ritmo y la concentración del equipo, no hay nada más importante que la Premier League. Es el torneo más importante porque es el que se juega cada fin de semana. En la Champions pueden ocurrir muchas cosas en uno o dos partidos", dijo.

"Estaremos más cerca de ganar algo en Europa cuando hayamos ganado más títulos de la Premier League. Este es el proceso bueno y el camino correcto a recorrer por el Manchester City. Si tuviera que elegir uno ahora mismo, sería sin duda el campeonato", añadió.

Sin depresión.

Sería una sorpresa para todos que el Liverpool no disputase de nuevo el título al City hasta las últimas jornadas. 

La pérdida del ansiado entorchado la pasada temporada podría haber llevado a los Reds a una depresión, pero el título europeo conquistado después (el sexto de su historia), derrotando en la final 2-0 al Tottenham, llevó la alegría a Anfield y la confianza a sus seguidores de que de la mano del técnico germano Jürgen Klopp se puede ganar pronto la liga.

El Liverpool cuenta con la mejor defensa de la pasada campaña (22 goles encajados en 38 encuentros) y con dos de los tres máximos goleadores del curso anterior, el senegalés Sadio Mané y el egipcio Mohamed Salah.

Tras una pretemporada de calma en cuanto a los fichajes (el español Adrián San Miguel como suplente del arquero Alisson Becker y los jóvenes Harvey Elliott y Sepp van den Berg), en Anfield son conscientes de que un buen inicio de campeonato es primordial para no dejar escapar al City.

"Hay que sumar los máximos puntos posibles, sobre todo el comienzo, y tratar de construir un equipo que será aún mejor al final del curso", ha declarado el centrocampista neerlandés Georginio Wijnaldum.

Los otros componentes del 'Big Six' (Tottenham, Chelsea, Arsenal y Manchester United) deberían, en condiciones normales, pelear por clasificarse para la próxima Liga de Campeones, pero no deberían ser una amenaza de cara al título.

Arsenal y United reforzados, Chelsea sancionado.

Los 'Spurs', de la mano del argentino Mauricio Pochettino, parece que llegaron a su techo la pasada temporada, alcanzando el podio en la Premier League y la final de la Champions. Hasta que se cierre el mercado de pases podrían perder incluso a uno de sus referentes, Christian Eriksen, pretendido por el Real Madrid y el Manchester United, pero el Tottenham ya ha reforzado el centro del campo con el fichaje del francés Tanguy Ndombele y podría contratar al portugués Bruno Fernandes si finalmente se marcha el danés.

El Chelsea conquistó la última Europa League, pero vio como el belga Eden Hazard, la gran estrella e ídolo en Stamford Bridge, cambiaba Londres por la capital de España, para jugar en el Real Madrid. 

Ante la imposibilidad de fichar por la sanción de la FIFA, la principal novedad estará en el banquillo con la llegada de Frank Lampard, leyenda de los 'Blues' pero inexperto como entrenador.

Sí ha podido fichar el Manchester United, que ha convertido a Harry Maguire en el defensa más caro de la historia al pagar 87 millones de euros al Leicester por el pase del central internacional. Además, se ha reforzado con los jóvenes Aaron Wan-Bissaka y Daniel James, pero es difícil imaginar al equipo de Ole Gunnar Solksjaer, que acabó sexto a 32 puntos del City la pasada temporada, luchando por el título.

En la segunda temporada de Unai Emery en el Emirates Stadium, el Arsenal es de los equipos que más se han reforzado, destacando las llegadas del centrocampista español Dani Ceballos y del goleador marfileño Nicolas Pépé, pero habrá que ver si es suficiente para pelear por el podio.