Mal preparados y equipados: los problemas de los cascos azules
El número de soldados muertos ha vuelto a despuntar después de superar los años negros de las décadas de 1960 y 1990
Tras el aumento de los ataques contra los cascos azules, un grupo de expertos de la ONU advirtió que los miembros de la fuerza de paz de la organización están a menudo mal preparados y precariamente equipados, según un informe publicado este lunes.
El número de soldados muertos ha vuelto a despuntar después de superar los años negros de las décadas de 1960 y 1990, subraya el documento enviado en diciembre al secretario general, Antonio Guterres.
Un total de 195 personas fallecieron en los últimos cinco años, de las cuales 56 sólo en 2017, el peor balance desde 1994.
El ataque más mortífero ocurrió el 7 de diciembre del año pasado en la República Demócratica del Congo, cuando 15 cascos azules murieron y otros 43 resultaron heridos en una emboscada de los rebeldes musulmanes ugandeses ADF.
Las misiones africanas, las más grandes de la institución, son las más vulnerables, destaca el informe: la de Mali perdió 91 efectivos desde 2013, la de República Centroafricana 29, Darfur 26, República Democrática del Congo 25 y Sudán del Sur 13.
Los expertos, liderados por el general brasileño Carlos Alberto dos Santos Cruz, aseguran que los contingentes están muchas veces mal equipados.
En lugar de trasladarse en vehículos antiminas lo hacen en camionetas y patrullan sin gafas de visión nocturna, por ejemplo.
Además, apuntan que los cascos azules están a menudo "a la defensiva", en lugar de estar "proactivos" para "identificar las amenazas y neutralizarlas".
Ante estos problemas y el riesgo de que el gobierno estadounidense recorte el presupuesto, los expertos recomiendan --entre otras cosas-- identificar a las tropas problemáticas y llevar a cabo "pruebas sorpresas" para comprobar la preparación de los militares.
De aquí a finales de mayo, la ONU podría empezar a sustituir a "responsables, contingentes o unidades" incapaces de cumplir con su mandato, avanza el informe, aunque reconoce que a veces es difícil encontrar a voluntarios para ciertas misiones.