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Las FARC achacan lentitud al Gobierno colombiano en el diálogo de paz

El máximo comandante de las FARC, Timoleón Jiménez, culpó del lento avance del diálogo de paz a las permanentes negativas del Gobierno de Colombia a aceptar las propuestas de la guerrilla...

16 de agosto de 2013, 6:46 AM

El máximo comandante de las FARC, Timoleón Jiménez, culpó del lento avance del diálogo de paz a las permanentes negativas del Gobierno de Colombia a aceptar las propuestas de la guerrilla y rechazó la posibilidad de que los jefes rebeldes terminen en una cárcel con la firma de un acuerdo.

El líder conocido como "Timochenko" devolvió con sus declaraciones, difundidas el viernes por una radio local, la misma pregunta del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos por la falta de celeridad del proceso que lleva nueve meses con apenas acuerdos en uno de los cinco puntos de la negociación.

Las partes comenzarán el lunes el ciclo 13 de las conversaciones que se celebran en Cuba desde noviembre de 2012 y las perspectivas de acuerdos se ven lejanas en el complejo tema de la participación en política de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Es difícil avanzar cuando una de las partes le dice no a todo. Hay dos partes sentadas a la mesa, y si una se empeña en decir no a todo, la cosa se complica y se demora", dijo Timochenko en declaraciones a la emisora la FM y que fueron grabadas previamente en una fecha no precisada.

Con el interés mutuo de poner fin a un conflicto interno de casi medio siglo que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados, el Gobierno y las FARC sólo han logrado un acuerdo parcial sobre el tema agrario en el primer diálogo de paz en más de una década.

Actualmente discuten las garantías para el ejercicio de la oposición política si la guerrilla se transforma en un partido, quedando pendientes asuntos como el narcotráfico, la compensación de las víctimas y el fin del conflicto.

Las FARC han propuesto, entre otras cuestiones, tener acceso directo al Congreso, así como a la elección popular del contralor, del fiscal, del procurador y del defensor del pueblo; la reducción del gasto militar para dedicarlo a la inversión social y cambios en la regulación petrolera y minera, unos sectores claves para la economía del país sudamericano.

Pero el Gobierno sostiene que la negociación no contempla cambios en el modelo político ni económico y se ha negado tajantemente a muchas de esas peticiones.

NI CÁRCEL, NI CADÁVERES
El líder guerrillero, quien permanece en la clandestinidad y no participa directamente en las negociaciones en La Habana, se declaró además en contra a la posibilidad de que los rebeldes terminen encarcelados tras la firma de un acuerdo de paz.

"En la mesa estamos buscando ponerle punto final a ese conflicto, y hay por lo menos dos partes involucradas en esto, si la salida es todos presos, ¿cuántas cárceles habría que construir?", declaró Timochenko, por quien el Gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que lleve a su muerte o captura.

Los colombianos no quieren la paz a cualquier precio y algunos opositores al actual proceso, como el expresidente Álvaro Uribe, temen impunidad y que el Gobierno haga demasiadas concesiones para poner fin a la confrontación, incluyendo la posibilidad de que los jefes guerrilleros no vayan a la cárcel y puedan ser elegidos congresistas.

Pese a que han sido debilitadas por más de una década de ofensiva militar y al proceso de paz, continúan los combates entre las Fuerzas Militares y la guerrilla, así como los bombardeos a los campamentos de la insurgencia en la selva.

El Gobierno rechazó la firma de un alto el fuego bilateral durante la negociación con las FARC, como pidió el grupo rebelde, con el argumento de que podría utilizarlo para sacar ventaja militar y prolongar indefinidamente el proceso.

El jefe guerrillero criticó la decisión de Santos de mantener la ofensiva militar, que incluye la orden de capturar o matar a los máximos dirigentes rebeldes, y dijo que para que la negociación avance no es necesario mostrar cadáveres destrozados por las bombas.

Sobre la posible reelección del presidente Santos, quien aún no ha tomado la decisión de postularse, Timochenko sostuvo que no se puede condicionar el proceso de paz al tema electoral.

"A las FARC nos gusta cualquier Gobierno dispuesto a concertar la solución política al conflicto colombiano", concluyó al insistir en la posibilidad de aplazar las elecciones de 2014 y refrendar los acuerdos de paz a través de una Asamblea Constituyente, propuestas también rechazadas por el Gobierno.

Aunque no han puesto un límite de tiempo a la negociación, el Gobierno ha sostenido que le gustaría concluirlo antes del finales de 2013, entre otras razones, para evitar que quede inmerso en las elecciones del próximo año.