Internacional

La contrastada herencia política de Ariel Sharon carece de heredero

La izquierda lo critica por haber propiciado la colonización de territorios palestinos ocupados por Israel en 1967...

Por AFP Agencia |11 de enero de 2014, 5:10 AM

(AFP) - El ex primer ministro de Israel Ariel Sharon, fallecido el sábado, tras permanecer ocho años en coma, deja una herencia política contrastada que ni la derecha ni la izquierda israelíes pueden reivindicar totalmente.

La izquierda lo critica por haber propiciado la colonización de territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, así como la desastrosa invasión de Líbano en 1982, mientras que la derecha cuestiona la retirada de la franja de Gaza en 2005 y la evacuación por la fuerza de unos 8.000 colonos israelíes.

La ultraderecha israelí o el derechista Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu, el antiguo partido de Sharon, nunca le perdonaron que haya "traicionado" de ese modo a los colonos.

"Tuvo sus méritos como militar para la seguridad de Israel, pero no olvidamos lo que hizo en Gaza", declaró recientemente Naftali Bennett, ministro de Economía y líder del partido favorable a los colonos Hogar Judío (extrema derecha).

"Por supuesto, muchos de nosotros (incluyéndome a mí), quedamos enfurecidos por la expulsión de sus hogares de 8.000 residentes de Gush Katif y los desastrosos resultados para los ciudadanos de Israel", puntualizó.

"Algo así no tiene que volver suceder nunca jamás", agregó.

Sin criticar directamente a Sharon, Netanyahu ha usado en varias oportunidades la toma de control de Gaza por parte del movimiento islamista Hamas en 2007 para excluir una retirada de gran envergadura de Cisjordania.

Por su parte, la izquierda saludó la retirada de Gaza, pero criticó su carácter unilateral. Para ella, al negarse a negociar las condiciones de dicha retirada con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, Sharon debilitó a este último y fortaleció a Hamas.

La izquierda israelí no puede olvidar que Sharon fue el adalid de la colonización, y que encarnó una política férrea contra los palestinos antes de convencerse de que Israel debería renunciar a conservar la mayor parte de los territorios conquistados durante la Guerra de 1967 si quería seguir siendo un Estado "judío y democrático".

En el plano electoral, el partido Kadima, fundado por Sharon en noviembre de 2005, tras abandonar el Likud, que se oponía a la retirada de Gaza, ha ido perdiendo influencia.

Poco después del ataque cerebral que dejó a Sharon en un estado de coma irreversible, en enero de 2006, su sucesor, Ehud Olmert, condujo a Kadima a una victoria espectacular, aplastando al Likud.

No obstante, en 2009, Netanyahu casi logró igualar el resultado de Kadima y formó una coalición. Poco a poco, Kadima, que pasó a la oposición, fue perdiendo peso.

En enero de 2013, Kadima, dirigido por el exministro de Defensa Shaul Mofaz obtuvo sólo dos bancas sobre 120, mientras que Tzipi Livni, que había abandonado este partido y creado una nueva formación centrista, obtuvo seis escaños. No obstante, ninguno de los dos reivindica la herencia de Sharon.

Desde que se agravó el estado de salud de Sharon, comentaristas israelíes lo han comparado con Netanyahu. Así, se suele presentar a Sharon como un "estadista" capaz de equivocarse, pero también de arriesgarse para lograr algo, y a Netanyahu como un hombre incapaz de hacerle frente a la presión contradictoria de la ultraderecha israelí y de Estados Unidos.

Hanan Cristal, comentarista de la radio pública, se ha preguntado si Netanyahu tendrá "la audacia de seguir el camino de Ariel Sharon, aceptando poner en peligro a su mayoría y a su partido para que avancen las conversaciones con los palestinos".