Por Deutsche Welle |8 de septiembre de 2024, 20:30 PM

El 2 de septiembre, la agencia de noticias financieras Bloomberg informó que Irán pronto entregaría misiles balísticos a Rusia. Citando a funcionarios europeos anónimos, Bloomberg escribió que Irán podría comenzar las entregas "en cuestión de días". Se dice que se trata de cientos de misiles balísticos de corto alcance que podrían utilizarse en la guerra de Ucrania.

"No creo que Europa u Occidente tengan mucha influencia política en este momento para detener este posible acuerdo", afirma el experto en Irán Arman Mahmoudian, profesor de estudios rusos y de Oriente Medio en la Universidad del Sur de Florida. "Tanto a Rusia como a Irán se les han impuesto severas sanciones. Pueden pensar que ya no tienen mucho que perder. Esto podría motivarles a cooperar más entre ellos".

El rol de los drones Shahed en la guerra de Ucrania

Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Moscú ha ampliado su cooperación con Irán. Según el servicio secreto ucraniano, se espera que Rusia haya comprado más de 2.000 drones a Irán. Según expertos militares, Rusia está utilizando estos drones como un "sustituto más barato frente a los costosos misiles de crucero", que causan daños devastadores.

Ya en agosto de 2024, fuentes de inteligencia europeas dijeron a la agencia de noticias Reuters que Irán y Rusia habían firmado un contrato para la entrega de misiles balísticos Ababil y Fateh-360 en diciembre de 2023. Según Reuters, decenas de militares rusos habrían recibido formación en Irán en el uso del sistema de misiles balísticos de corto alcance Fateh-360.

La entrega de cientos de misiles a Rusia "representaría, en nuestra opinión, una dramática escalada en el apoyo iraní a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania", advirtió en agosto Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado estadounidense. La administración de Biden ha advertido a los dirigentes de Teherán de "graves consecuencias". En este contexto, Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto desde entonces nuevas sanciones contra Irán.

¿Acercamiento o escalada?

El nuevo presidente iraní, Massoud Pezeshkian, había prometido una nueva política exterior durante su campaña electoral. Dijo que haría política a favor del levantamiento de las sanciones y que estaba dispuesto a reanudar el diálogo con Occidente sobre su controvertido programa nuclear.

Su ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, está considerado un diplomático experimentado. Participó en las negociaciones nucleares internacionales que condujeron a la conclusión del acuerdo nuclear del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) en 2015. Estados Unidos se retiró unilateralmente de este acuerdo en 2018 bajo la presidencia de Trump, tras lo cual las partes contratantes europeas, Francia, Reino Unido y Alemania, intentaron en vano salvar el acuerdo. Un año después de la retirada de EE. UU., Irán también comenzó a retirarse gradualmente de sus obligaciones en virtud del acuerdo. Según los expertos, el país está ahora cerca de su objetivo de poder construir una bomba nuclear.

"En caso de entrega de misiles, Irán se enfrentaría a nuevas sanciones. Y aumentaría la resistencia europea a futuras relaciones de cooperación con Irán", dice a DW la politóloga Jane Kinninmont, directora de Impacto de la Red Europea de Liderazgo en Londres. Las entregas de armas de Irán a Rusia son un grave problema que obstaculiza la diplomacia, en particular con los países europeos, afirma Kinninmont. La experta en Oriente Medio con sede en Londres ha observado una "inversión de roles" entre Estados Unidos y Europa: "Mientras que Europa mantuvo viva la diplomacia con Irán bajo la administración Trump, Europa se ha vuelto más dura con Irán desde la invasión rusa a Ucrania".

En caso de que Irán suministre misiles balísticos a Rusia, el país podría enfrentarse a drásticas medidas punitivas, como la prohibición de vuelos de la aerolínea estatal Iran Air en Europa, según advirtieron ya en marzo de 2024 los Estados del G7, integrado por Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón, Canadá y Estados Unidos.

La Guardia Revolucionaria como centro de poder

"Irán persigue varios objetivos estratégicos que no son necesariamente compatibles", escribe la politólogo Kinninmont. El nuevo Presidente Pezeshkian parece tomar en serio los contactos con los países occidentales para reducir la presión de las sanciones. "También podría contar con el prudente apoyo del Líder Supremo en este sentido", añade la experta afincada en Londres. "Sin embargo, la creciente relación estratégica de Irán con Rusia y la política en Oriente Próximo dirigida por la Guardia Revolucionaria seguirán siendo prioridades para Irán y complicarán los esfuerzos por entablar contactos con Occidente".

El presidente Pezeshkian no tiene ninguna influencia sobre la Guardia Revolucionaria. Están bajo el mando del líder espiritual, el ayatolá Jamenei, que tiene la última palabra en todos los asuntos de Irán. La Guardia Revolucionaria se fundó tras la revolución de 1979 para proteger la ideología del Estado. Consideran que el acercamiento a las democracias occidentales y su influencia en la sociedad son una amenaza para la República Islámica. Países autoritarios como Rusia, que no critican la opresión de la población, son vistos por ellos como socios estratégicos.

"No debemos olvidar que la mayor parte de la industria iraní de misiles está controlada por los Guardianes de la Revolución, que los fabrican independientemente del Ministerio de Defensa", afirma el experto en Irán Arman Mahmoudian. "Dado que la mayoría de las decisiones militares y de política exterior de Irán se toman en la oficina del Líder Supremo y directamente por él, dudo que el presidente tenga mucha influencia a la hora de detener estos procesos".

El único instrumento político que Europa u Occidente podrían utilizar en esta situación sería señalar a Irán que la entrega de misiles a Rusia podría socavar las negociaciones nucleares, concluye Mahmoudian.

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