Un fósil de 113 millones de años de una serpiente de cuatro patas podría ser el eslabón con las que conocemos como las culebras modernas.

El hallazgo fue hecho por un equipo de investigadores en Brasil, quienes creen que el animal no utilizaba las patas y brazos para caminar sino para atrapar a sus presas.

Según reporta BBC, pese a que ya se ha encontrado fósiles de serpientes con extremidades, este podría ser el ancestro directo de las actuales.

"Éste es el fósil de serpiente más primitivo que se conoce, y es muy claro que no es acuática", señaló Nick Longrich, investigador de la Universidad de Bath.

Esto, junto a sus adaptaciones para excavar y no para nadar, refuerza la teoría de que estos reptiles evolucionaron en la tierra.

Longrich agregó que un tronco largo y hocico corto, ambos presentes en el fósil, son rasgos propios de un animal que excava.

"Nos da una idea clara de cómo era el ancestro de las serpientes", apuntó Bruno Simoes, del Museo de Historia Natural de Londres.

El fósil fue bautizado Tetrapodophis amplectus, mide 19,5 cm de largo.