Gobierno alemán promete explicaciones tras atropello mortal en mercado navideño de Magdeburgo
El sospechoso fue presentado ante un juez la noche del sábado. La Fiscalía lo acusa por la muerte de cinco personas, entre ellas un niño de nueve años, y numerosos intentos de asesinato.
El gobierno alemán prometió el domingo investigar los posibles errores que cometieron las autoridades para evitar el mortal atropello el viernes en un mercado de Navidad de Magdeburgo, que dejó cinco muertos y más de 200 heridos.
"Las autoridades encargadas de la investigación aclararán todos los aspectos del caso", lo que incluirá "un examen exhaustivo de las pistas que existían en el pasado y de cómo se les dio seguimiento", declaró la ministra del Interior, Nancy Faeser, al dominical Bild am Sonntag.
Faeser será interrogada el 30 de diciembre sobre los fallos que pudieron provocar el ataque, en una muestra de la presión que enfrenta el gobierno a dos meses de las elecciones anticipadas a finales de febrero.
La comisión parlamentaria de control y la comisión de asuntos internos del Bundestag [la cámara baja del Parlamento] interrogarán también a varios altos cargos, indicó una fuente parlamentaria a AFP.
La oficina federal de la policía criminal (BKA) apoya las investigaciones de las autoridades de Sajonia-Anhalt, la región del este de Alemania de la que Magdeburgo es capital, precisó la ministra.
Las preguntas se multiplican desde el viernes sobre los motivos que empujaron al sospechoso, un médico saudita de 50 años, a cometer el ataque. Y sobre las preocupantes señales que el hombre envió desde hace años en Alemania, y que parecen no haber sido tomadas en cuenta.
Amenazas
Taleb Jawad al Abdulmohsen se presentó ante un juez el sábado y fue puesto en detención provisional.
Según la revista Der Spiegel, los servicios secretos sauditas advirtieron hace un año a sus pares alemanes sobre el perfil de Al Abdulmohsen, después de que amenazara a Alemania en X por su trato de los refugiados sauditas.
La advertencia, sin embargo, fue desoída y el médico se vio cada vez más envuelto en virulentas teorías conspirativas, acusando a Alemania de no hacer lo suficiente para proteger a los sauditas que huían de su país para escapar del islam rigorista.
El sospechoso escribió en agosto en su cuenta de la red social X: "¿Existe un camino hacia la justicia en Alemania sin volar una embajada alemana o sin degollar aleatoriamente a ciudadanos alemanes? Busco este camino pacífico desde enero de 2019 y no lo encuentro".
En 2013, fue multado en Rostock por "alterar el orden público" y "amenazar con cometer delitos".
El médico también generó miedo dentro de la comunidad saudita exiliada en Alemania. Mina Ahadi, presidenta del Consejo Central de Antiguos Musulmanes, lo describió como un "psicópata conspirativo de ultraderecha" que odia a cualquiera que no comparte su odio.
La policía alemana, tras una evaluación de "riesgo" el año pasado, consideró que no presentaba ningún "peligro especial", informó el diario Die Welt el domingo.
Un día antes de cometer el ataque, el sospechoso hizo caso omiso de una citación judicial en Berlín, donde estaba siendo procesado por su arrebato en una comisaría de policía que se negó a registrar una denuncia suya, informaron los medios alemanes.
Homenajes
Alice Weidel, líder de la extrema derecha alemana, criticó "la inacción de la administración que permitió el horror de Magdeburgo".
Su partido, Alternativa para Alemania (AfD), se sitúa en segundo lugar en los sondeos de cara a los comicios legislativos anticipados del próximo 23 de febrero.
Sahra Wagenknecht, la líder de BSW, un partido de la izquierda radical que defiende una línea dura contra la inmigración, exigió a su vez explicaciones después de que "se hayan ignorado tantas advertencias".
Los responsables políticos alemanes acudieron al lugar del ataque a lo largo del fin de semana, para homenajear a las cinco víctimas, cuatro mujeres de 45 a 75 años y un niño de nueve años.
El presunto autor embistió a la multitud con un todo terreno BMW. El número de víctimas mortales podría aumentar aún más, ya que hay unas cuarenta personas gravemente heridas.
El jefe del gobierno, Olaf Scholz, pidió a los alemanes permanecer unidos. Pero el ataque de Magdeburgo aviva las críticas en plena campaña electoral.