Estado de emergencia en Liberia para atajar la epidemia de ébola
La decisión permite al Gobierno adoptar "medidas extraordinarias, incluida, si es necesaria, la suspensión de ciertos derechos y privilegios".
Monrovia, 7 ago (EFE).- Liberia se ha unido a Sierra Leona al declarar el estado de emergencia para detener la epidemia de ébola, que ha causado ya en ese país la muerte de más de 280 personas.
"El Gobierno y el pueblo de Liberia requieren medidas extraordinarias para la supervivencia de nuestro Estado y la protección de la vida de nuestra gente", dijo anoche la presidenta del país, Ellen Johnson Sirleaf.
"Por tanto y en virtud de los poderes que se me otorgan (...) declaro el estado de emergencia efectivo en toda la República de Liberia a partir del 6 de agosto de 2014 durante un periodo de 90 días", subrayó la mandataria.
La decisión permite al Gobierno adoptar "medidas extraordinarias, incluida, si es necesaria, la suspensión de ciertos derechos y privilegios".
La presidenta admitió que las acciones emprendidas desde hace dos semanas, como el cierre de escuelas, la fumigación de edificios públicos o la cremación de cadáveres de víctimas del ébola, no han sido suficientes para frenar el brote.
"Pese a esos y otros esfuerzos continuos, la amenaza sigue creciendo. La ignorancia y la pobreza, así como las prácticas religiosas y culturales arraigadas, continúan exacerbando la propagación de la enfermedad", señaló Johnson Sirleaf.
Según los datos divulgados ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra de contagios asciende en Liberia a 516 y la de decesos a 282, desde que el brote se originó el pasado 22 de marzo en la vecina Guinea Conakry.
"Actualmente, no hay cura para el virus, que tiene un índice de mortalidad de hasta el 90 por ciento", recordó la presidenta liberiana, al remarcar que el impacto letal de la enfermedad es "alarmante", especialmente entre empleados de hospitales.
El anuncio coincidió con la repatriación a España en un avión militar de un religioso español que contrajo el ébola en el hospital San José de la capital liberiana, Monrovia.
Se trata del misionero Miguel Pajares, el primer infectado con el virus que ha sido trasladado a Europa para su tratamiento.
Pajares, de 75 años, permaneció aislado desde el pasado viernes en el citado hospital, junto con otras cinco personas, después de la muerte de su director, el hermano Patrick Nshamdzea, a quien cuidó el religioso español.