Por BBC News Mundo |22 de febrero de 2023, 8:58 AM
Los presidente de Argentina y Chile, Alberto Fernández y Gabriel Boric.
Getty Images
Tanto el presidente argentino, Alberto Fernández, como su homólogo chileno, Gabriel Boric, han criticado duramente la decisión del gobierno de Daniel Ortega.

Chile y Argentina les han abierto las puertas a los más de 300 nicaragüenses opositores a los que la justicia de su país despojó de su nacionalidad.

Según anunciaron este martes, ambos gobiernos están dispuestos a ofrecer su ciudadanía a las personas que han sido tratadas "injustamente" y que han sido víctimas de una "persecución".

España, que la semana pasada ya había anunciado una medida similar para los más de 200 opositores que fueron desterrados y enviados a Estados Unidos, extendió este martes la oferta a un segundo grupo de 94 personas que también se quedaron sin nacionalidad, entre ellos los escritores Sergio Ramírez, premio Cervantes 2017, y Gioconda Belli.

Todos fueron sido acusados de "traidores a la patria" y sentenciados "a la pérdida de sus derechos de ciudadanos de forma perpetua".

La Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) condenó la semana pasada la decisión y la calificó que iba en contra de las leyes internacionales.

Respeto de los derechos humanos

La portavoz de la presidencia de Argentina, Gabriela Cerruti, publicó en su cuenta de Twitter que el gobierno estaba dispuesto a otorgar la ciudadanía tanto a Ramírez como Belli, así como a "todos los que están padeciendo lo que está sucediendo en Nicaragua".

Horas después fue el canciller, Santiago Cafiero, quien amplió la oferta durante una entrevista con Radio Con Vos.

"Si Sergio Ramírez pide la ciudadanía argentina, se la damos. Se inicia un trámite sencillo y la Argentina está en condiciones de hacerlo", aseguró.

Cafiero reiteró que su país condenó "la persecución que han sufrido muchos nicaragüenses" y que siempre ha expresado la necesidad de que Nicaragua "vuelva a respetar los derechos humanos".

Solidaridad internacional

Chile, por su parte, puso a disposición de las más de 300 personas que fueron privadas de su nacionalidad y derechos políticos una alternativa que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena según "las normas constitucionales y legales que regulan".

"La historia de nuestro país nos ha enseñado que la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la solidaridad entre los pueblos, trascienden las coyunturas políticas", dijo la cancillería chilena a través de un comunicado.

Manifestantes a favor del gobierno de Daniel Ortega.
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Después de la decisión de despojar de su nacionalidad a más de 300 personas, miles de personas salieron a las calles en apoyo al gobierno de Daniel Ortega.

Chile reiteró que esas personas, "identificadas como opositoras políticas", han sido "injustamente expatriadas de Nicaragua".

El presidente chileno, Gabriel Boric, expresó a través de sus redes sociales su rechazo a la decisión del gobierno del presidente Daniel Ortega a quien calificó como "dictador".

"Un abrazo fraterno a Gioconda, Sergio, Sofía, Carlos y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense", escribió Boric.

"No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto", puntualizó.

Para agregar en otro tuit que "compartimos la patria de la democracia que no debería tener fronteras".


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