Al menos 8 muertos y 15 desaparecidos por explosión en ciudad argentina de Rosario
Los heridos por el estallido suman "61, tres de ellos en grave estado", dijo en la conferencia Leonardo Caruana, secretario de Salud de Rosario.
ROSARIO, 7 agosto 2013 (AFP) - Al menos ocho personas murieron, 61 resultaron heridas y 15 están desaparecidas a causa de una fuerte explosión por una fuga de gas que dejó este martes en ruinas un edificio céntrico de Rosario y estremeció a la tercera ciudad de Argentina.
"Hay 8 muertos. La búsqueda entre los escombros seguirá toda la noche", dijo en rueda de prensa Mónica Fein, alcaldesa de la ciudad, a 310 Km al norte de Buenos Aires.
En cambio, el juez del caso Juan Curto dijo al Canal 3 de Rosario que "los muertos son 12", pese a reconocer que "ni siquiera tenemos la lista completa de fallecidos y heridos".
Sin embargo, tres fuentes del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cemar), que concentra la información oficial del siniestro, dijeron a la AFP cerca de la medianoche del martes tras una reunión del organismo, que "hasta ahora, la lista oficial de fallecidos es de ocho".
Las fuentes añadieron que "cuatro de los desaparecidos fueron hallados y el total de personas en esa situación bajó de 19 a 15".
Los heridos por el estallido suman "61, tres de ellos en grave estado", dijo en la conferencia Leonardo Caruana, secretario de Salud de Rosario, un rico polo agroexportador de 1,1 millón de habitantes.
Centenares de bomberos y socorristas buscaban al anochecer a gente atrapada entre los escombros del edificio de 60 apartamentos, incluso "con perros adiestrados", dijo Fein.
"Los vecinos habían denunciado una fuga de gas", indicó la jefa comunal.
La edificación consistía en tres cuerpos, uno con vista a la calle de diez plantas, otro en el medio "de 9 plantas que se derrumbó por completo" y un tercero atrás también de diez pisos, precisó la alcaldesa.
El estallido ocurrió a las 09h30 locales (12h30 GMT) y causó un temblor que pudo sentirse a centenares de metros a la redonda en el centro de Rosario.
"Esto es impresionante, nunca vi algo así en Rosario, me recuerda las imágenes de la AMIA", dijo a la AFP Germán Martínez, de 40 años, empleado en una oficina vecina, en referencia al atentado que destruyó la mutual judía argentina en Buenos Aires en 1994 con un saldo de 85 muertos y 300 heridos.
A 2.000 metros a la redonda del lugar se evacuó a la población, incluidas 11 escuelas, por la imposibilidad de cortar de inmediato el suministro de gas en el edificio, constató la AFP en medio de escenas de pánico.
"Es tremendo, se me pone la piel de gallina, parece una guerra, no estamos acostumbrados a esto nosotros acá", dijo conmovido Martínez, al contar que se veían vidrios y mampostería colgando desde las ventanas de los edificios por efecto de la onda expansiva.
"Es la peor tragedia en la historia de Rosario", dijo el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti.
Bonfatti exhortó a los partidos políticos a "suspender la campaña para las elecciones primarias" del domingo próximo, con miras a las legislativas nacionales del 27 de octubre.
La secretaría de Salud rosarina decretó la emergencia sanitaria y destinó al operativo a todos los profesionales y personal del sector.
"Por la magnitud del suceso se puede generar un colapso del edificio", dijo el director de Defensa Civil, Raúl Reinone.
Agentes de Defensa Civil pudieron rescatar a sobrevivientes a través del techo de un supermercado vecino.
El contrafrente del edificio se derrumbó y desde la calle se podía ver el interior de los departamentos y los balcones destrozados.
Una lluvia de vidrios, escombros y mampostería cayó sobre la calle en una transitada zona comercial donde hay varias escuelas y bancos.
"En una imagen muy rara de un edificio desnudo al que sólo se le ve la estructura. La onda expansiva se llevó 'puesta' (arrasó) las paredes", dijo a la AFP Orlando Verna, de 48 años, que vive a unos 500 metros del lugar del siniestro.
Verna dijo que al bajar de su casa se encontró "con mucho escombro en la calle. A mi alrededor los edificios de la zona estaban todos con los vidrios rotos".
Tras la explosión, la gente corría huyendo del lugar o lloraba mientras miraba la escena con incredulidad, agregó Martínez.