Fútbol

El fútbol, nuevo tema de confrontación entre Rusia y Estados Unidos

El presidente ruso Vladimir Putin acusó este jueves a Washington de querer impedir la reelección de Joseph Blatter al frente de la FIFA; EE. UU. le dijo que no es un asunto "personal".

El fútbol se convirtió en el nuevo tema de confrontación entre Rusia y Estados Unidos, después de que el presidente Vladimir Putin acusara el jueves a Washington de querer impedir la reelección de Joseph Blatter al frente de la FIFA.

Moscú no tardó en reaccionar a la detención, el miércoles en Zúrich, de siete responsables de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), sospechosos de corrupción, a petición de las autoridades estadounidenses.

Horas después, Rusia denunció un complot de Washington para evitar que el Mundial de 2018 se celebre en su país. 

"Pedimos con insistencia a Washington que ponga fin a sus intentos de ejercer la justicia muy lejos de sus fronteras, según sus normas jurídicas", había declarado el miércoles el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Según él, la imputación de 14 personas —nueve miembros o antiguos miembros de la FIFA y cinco dirigentes de empresas de marketing deportivo— por recibir sobornos millonarios desde los años 1990 tiene un sólo objetivo, "impedir la reelección" de Blatter como presidente de la organización.

Para Putin, la actuación judicial se debe a que Blatter resistió a las "presiones" que intentaban disuardirle de atribuir el Mundial de 2018 a Rusia. 

El presidente ruso no aclaró, sin embargo, si EstadosUnidos formaba parte de los países que se opusieron a esa atribución.

Pero Estados Unidos no tardó en reaccionar y le mandó un claro mensaje a Moscú: esto no se trata de un problema con Rusia o sus autoridades; es un tema de legalidad y ética en el que el sistema financiero estadounidense fue utilizado para realizar maniobras que rompen con estos principios.

"Rusia no aparece de ninguna manera en las muchas páginas de los textos del Departamento de Justicia publicados por la prensa ayer", aseguró Will Stevens, vocero de la embajada estadounidense en Moscú.

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, no solo hizo frente común con las autoridades judiciales de Estados Unidos, sino que también pidió la cabeza de Blatter y una reforma de la FIFA.

No contento con ello el funcionario sugirió que se vuelvan a someter a votación las candidaturas de Rusia y Qatar.

¿Anulación del mundial de 2018?

El presidente ruso, cuyas relaciones con Washington son muy tensas por el conflicto que empezó en Ucrania en abril de 2014, acusó además a Washington de "imponer su jurisdicción a los demás" en un caso en el que "ninguno de los funcionarios [de la FIFA] es estadounidense" y "ningún hecho se ha producido en Estados Unidos".

Para más de un tercio de los lectores de Sovietski Sport, uno de los principales diarios deportivos, se trata de una "conspiración contra la celebración del Mundial de 2018". 

"El presidente Putin tiene evidentemente mucho miedo por el Mundial de 2018. No sólo teme su anulación, sino también que el ambiente del Mundial se vea empañado" por el escándalo de corrupción, considera el analista político Konstantin Kalachev.

Según él, Rusia, que vive su mayor enfrentamiento diplomático con Estados Unidos desde la caída de la URSS en 1991, tiene el sentimiento de ser una "fortaleza sitiada", rodeada de enemigos encabezado por Estados Unidos, que quieren acabar con ella, incluido en el ámbito deportivo. 

"Putin llevó la elección de Blatter al terreno de la confrontación política. Si Blatter no es reelegido, en Rusia se presentará como un crimen más de los estadounidenses contra el fútbol y contra los amigos" del país, concluye Kalachev.