Por Daniel Céspedes |6 de abril de 2015, 3:03 AM

Muchos padres de familia se meten en el quehacer diario de los hijos, buscando en ellos la perfección. Las tareas son muestra de ello.

Estas labores extra clase, incluso, pueden acabar en lágrimas. “Tenemos que observar cuál es la conducta alrededor de las tareas, si el niño sabe que tiene un trabajo y pide ayuda, sería un cuadro ideal”, indica Roberto Rodríguez, psicólogo educativo.  

Según el experto, los casos son mayores problemas son aquellos en los que la realización de una tarea termina en lágrimas o pleitos.

Rodríguez recomienda dejar que los niños llevan sus errores al centro educativo. “Si queremos tareas perfectos habrá llantos constantes”, señala. 

“Las madres deben decidir si son madres o maestras, pero no las dos”, finaliza.

Lo invitamos a observar en el video adjunto esta entrevista completa.