¿Qué nos dice el color de la orina?
El característico color amarillo se debe a un pigmento llamado urobilina, el cual es un subproducto de la degradación de la hemoglobina, proteína que transporta oxígeno en la sangre.
Redacción: Miguel Fallas.
La orina cumple una función esencial en el organismo: eliminar las sustancias de desecho y el exceso de agua que el cuerpo ya no necesita. A través de este líquido, los riñones filtran la sangre y expulsan al exterior toxinas y otros compuestos que podrían resultar dañinos si se acumulan.
El color de la orina puede variar considerablemente, desde un amarillo muy claro hasta tonos más oscuros como el marrón o incluso el rojo. El urólogo José Ardón explicó qué podría indicar cada uno (vea la entrevista completa en el video adjunto).
El característico color amarillo de la orina se debe a un pigmento llamado urobilina, el cual es un subproducto de la degradación de la hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno en la sangre.
La intensidad del amarillo está estrechamente relacionada con el nivel de hidratación de una persona. Una orina de color amarillo claro indica una buena hidratación, mientras que una orina oscura sugiere deshidratación. Si la orina es muy transparente y se ha consumido una gran cantidad de líquidos, es completamente normal. Sin embargo, si es transparente y no ha bebido mucho, podría ser un indicio de que los riñones están eliminando una mayor cantidad de líquido de lo habitual, lo cual podría estar relacionado con ciertas condiciones médicas.
La presencia de sangre en la orina, lo que le confiere un color rojizo o rosado, puede ser señal de diversas afecciones, como infecciones urinarias, cálculos renales, tumores o lesiones en las vías urinarias.
Efectivamente, ciertos alimentos y medicamentos pueden alterar temporalmente el color de la orina. Por ejemplo, el consumo de remolacha, arándanos o ciertos fármacos pueden hacer que la orina adquiera una tonalidad más oscura o rojiza.
Un color café oscuro en la orina puede ser un indicativo de problemas hepáticos, deshidratación severa o la presencia de sangre descompuesta.
Es importante prestar atención a los colores de la orina y consultar a un médico si se observan alteraciones persistentes y peligrosas. Ante cualquier cambio significativo, especialmente si se acompaña de otros síntomas como dolor al orinar, sangre, fiebre o hinchazón, es recomendable consultar a un médico para una evaluación completa.
Para más información, puede contactar al doctor José Ardón, urólogo, en el Hospital La Católica, a los números 2246-3390 y 2246-3000.
