Por Deutsche Welle |7 de octubre de 2024, 17:15 PM

Imagínese que un asteroide se dirige a toda velocidad hacia la Tierra. Tiene el tamaño de la Torre Eiffel, forma de maní (cacahuate) y es potencialmente peligroso. Suena aterrador, y ni siquiera es inventado. El asteroide en cuestión, llamado 2024 ON, ya pasó por la Tierra. No nos esquivó, sino que nunca existió la posibilidad de que chocara.

Desde su descubrimiento en julio de 2024, medios y creadores de contenido hicieron titulares sobre los detalles del asteroide: tenía 370 metros de diámetro, viajaba a unos 40.000 kilómetros por hora, lo consideraban "potencialmente peligroso" las autoridades espaciales, y se dirigía hacia la Tierra.

Pero tan pronto como se descubrió 2024 ON, los astrónomos calcularon que pasaría por nuestro planeta a una distancia de un millón de kilómetros. Eso es más del doble de la distancia a la Luna. "Las publicaciones necesitan tener estos 'cliffhangers' para recibir visitas", dijo Juan Luis Cano, de la Oficina de Defensa Planetaria de la Agencia Espacial Europea. "Pero diariamente recibimos la visita de muchos objetos".

De hecho, alrededor de 100 toneladas de material espacial impactan la Tierra todos los días. Afortunadamente, la masa se distribuye entre muchas partículas diminutas, en lugar de un gran cuerpo destructor.

Objetos cercanos a la Tierra

La Oficina de Asuntos del Espacio de las Naciones Unidas define los objetos cercanos a la Tierra (NEO) simplemente como cualquier asteroide o cometa que pasa cerca de la órbita de la Tierra.

En términos más técnicos, los NEO son objetos con un perihelio (su distancia orbital más cercana al sol) de menos de 195 millones de kilómetros.

Dado que la Tierra orbita alrededor del Sol a una distancia de aproximadamente 150 millones de kilómetros, los NEO están bien dentro de nuestro vecindario solar. Científicos como Cano conocen unos 34.000 NEOs, pero ninguno de los más grandes está actualmente en camino de impactar contra la Tierra.

¿Qué probable es el impacto de un asteroide?

Mientras que los NEO diminutos impactan contra la Tierra todos los días, los más grandes lo hacen con mucha menos frecuencia. Los asteroides del tamaño de 2024 ON podrían impactar la Tierra una vez cada 10.000 años.

Los de más de un kilómetro de diámetro, como el asteroide Chicxulub que provocó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años, podrían hacerlo cada 260 millones de años.

"Calculamos que hay alrededor de mil objetos de más de un kilómetro y hemos descubierto el 95% de ellos", dijo Cano. "Son los que realmente podrían causar un desastre global".

Pero los más pequeños también tienen potencial destructivo. Dependiendo de la velocidad y el ángulo de entrada en la atmósfera de la Tierra, una roca de 40 metros de ancho podría arrasar una ciudad entera. Cientos de miles de NEOs más pequeños aún no han sido catalogados. "Descubrimos alrededor de 3.000 asteroides cercanos a la Tierra [NEAs] cada año", dijo Cano. "Pero necesitamos encontrarlos más rápido".

Encontrar objetos cercanos: una tarea 'complicada'

En la última década, aproximadamente, dos telescopios espaciales se han encargado de encontrar NEOs. Primero fue NEOWISE, que documentó más de 158.000 NEOs antes de retirarse en 2024 en una misión de más de 10 años. En segundo lugar hay una misión llamada Near-Earth Object Surveyor.

El NEO Surveyor debe comenzar a operar en 2027. Su objetivo será encontrar el resto de asteroides potencialmente peligrosos a 50 millones de kilómetros de la órbita de la Tierra. Pero encontrar objetos peligrosos en el espacio es complicado. "Una de las cosas más difíciles de hacer en astronomía es determinar a qué distancia se encuentra algo", dijo Amy Mainzer, científica planetaria de la UCLA que dirigió la misión NEOWISE y dirigirá el NEO Surveyor.

"Uno podría pensar: 'Bueno, vemos objetos en el borde del espacio, ¿por qué no sabemos qué hay justo al lado de nosotros aquí en la Tierra? ¿No lo sabemos todo?' y la respuesta es: 'No, en realidad es muy difícil'".

Tomemos como ejemplo Apophis. Cuando se identificó por primera vez en 2004, Apophis, de 340 metros de ancho, fue considerado uno de los objetos potencialmente más peligrosos jamás descubiertos. Se pensaba que podría impactar la Tierra en 2029, 2036 o 2068.

Los cálculos posteriores descartaron esa posibilidad. Apophis pasará a 30.000 kilómetros del planeta, más cerca que la Luna y dentro del alcance de los satélites geoestacionarios. Pero según las proyecciones actuales el impacto no ocurrirá.

¿Qué pasaría si se detectara un nuevo NEO rebelde en curso de colisión con la Tierra? Si se les avisa con suficiente antelación, los ingenieros podrían intentar desviarlo.

En 2022, la misión de la NASA Double Asteroid Redirection Test (DART) estrelló con éxito una nave espacial contra un asteroide llamado Dimorphos. Se demostró que una misión basada en colisiones podría cambiar la dirección de un cuerpo celeste y defender nuestro planeta.

La ESA tiene previsto lanzar una misión de reconocimiento llamada Hera en octubre de 2024 para inspeccionar las secuelas dejadas por DART.

(ers)