Uso de tranquilizantes sin receta médica se triplicó en colegios de Costa Rica
En el último año, el IAFA atendió a 2.500 personas por adicciones a medicamentos.
Periodista: Joshua Quesada.
Se podría pensar que el celular es un calmante para muchos colegiales que son víctimas del estrés académico, problemas familiares o hasta sentimentales; pero algunos medicamentos con receta médica obligatoria se están convirtiendo en los tranquilizantes para todos esos males. Así lo refleja la última Encuesta Nacional de Drogas, realizada por el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), en la que se reportaron 30.000 estudiantes utilizando estas sustancias.
Un colegial, cuya identidad se reserva, aseguró a Calle 7 Informativo que conoce de la presencia de estos psicoactivos dentro de las aulas y, además, que es más común de lo que parece.
“Sí, en el cole sí, un montón de gente… Venden y consumen, como si nada”, dijo.
Uno de los medicamentos más utilizados por los alumnos, como tranquilizante, es el clonazepam, una medicina para tratar la ansiedad y los problemas de sueño, pero que es considerada altamente adictiva.
En la encuesta nacional de 2016, se contabilizaron 10.000 colegiales que usaban tranquilizantes sin receta médica. En cuestión de cinco años, 20.000 más hacen uso de estos medicamentos, indica el último informe.
“En este momento, no se está usando para aliviar síntomas, se está usando de una forma automedicada, precisamente para buscar ciertas sensaciones, sin tener en cuenta que el uso continuado de esas sustancias puede generarme un síndrome de dependencia”, comentó el doctor del IAFA, Diego Marchena.
El estudio indica, además, que los menores tienen acceso a estos medicamentos en sus hogares, donde alguno de los miembros es un paciente o los compra.
El riesgo de consumir medicinas sin receta médica es alto: las personas pueden sufrir problemas respiratorios, somnolencia, mareos, pérdida de equilibrio y hasta caer en un estado de coma.
En los centros educativos están enterados de esta situación y, a través de campañas, esperan evitar el consumo de los tranquilizantes sin prescripción. El uso correcto de fármacos como el clonazepam va de la mano con sesiones terapéuticas y el seguimiento de profesionales, de lo contrario sus resultados podrían ser mortales.