Nacional
Costa Rica pone fin a 519 días consecutivos de muertes COVID-19
Desde marzo de 2020 el país reporta 7.324 decesos relacionados al nuevo coronavirus.
El ministro de Salud, Daniel Salas, advierte que no hay que "cantar victoria" por las bajas cifras de contagios, hospitalizaciones y muertes relacionadas con el COVID-19 porque "por lo menos una ola más podría venir".
El jueves anterior, 9 de diciembre, Costa Rica le puso fin a 519 días consecutivos con registro de decesos asociados a esta enfermedad; un día después, solo se reportaron 89 casos. Aunque reconoció que esta situación epidemiológica es favorable, el jerarca se mostró cauteloso durante una entrevista con Teletica.com.
"Claro que uno celebra que haya cero muertes, pero sabemos que no hemos salido de la pandemia. Vuelvo al sentido inicial de nuestra conversación: no podemos tener un triunfalismo ya, definitivo, y este perfil epidemiológico que tenemos en este momento no significa que ya salimos de la pandemia. Todavía existe un riesgo, por lo menos una ola más podría venir… Esperemos que no sea tan fuerte, yo esperaría que fuera menos prolongada, con menos afectación, pero todavía hay una parte que sigue dependiendo mucho de nosotros y de los protocolos", indicó Salas a este medio.
El ministro utiliza como ejemplo la situación que vive Europa actualmente, donde los confinamientos y el refuerzo de las medidas sanitarias ha sido obligatorio debido a la variante Ómicron. Por el momento, no hay reportes oficiales de dicha mutación en Costa Rica; sin embargo, recuerda, eso no significa que no pueda estar ya circulando en territorio nacional.
"El término pandemia significa un fenómeno global, no es un fenómeno costarricense, centroamericano… y eso hay que entenderlo. Vean ustedes como está Europa en este momento. Estamos tratando de entender qué significa la variante Ómicron para el transcurso de la pandemia, pero no estamos en un punto donde ya podamos cantar victoria, todo lo contrario: estamos fortaleciendo las medidas, avanzando con la vacunación", agregó.
"Entre más usted haga proyecciones a largo plazo, mediano plazo, más pierden credibilidad. También de eso hemos aprendido: usted hace proyecciones para dentro de un mes, esas son más fiables; pero ya usted proyecta para tres, cuatro meses… Hay tantas variables que entran en juego, tantos factores que hacen que esas proyecciones no sean muy realistas. Otra cosa es que los parámetros tienen que ser completamente ajustados, no es lo mismo hacer una proyección, en este momento, con un nivel de movilidad y uso de mascarillas a, por ejemplo, hablar en 15 días cuando la movilidad puede dispararse mucho o, esperemos que no, el uso de mascarillas baje.
"Sabemos también que vamos con una apertura gradual, progresiva, esperemos que sea lo más responsable, pero sabemos que esa apertura significa mayor movilidad y que va a haber más encuentros entre personas, que sigue representando un riesgo importante", respondió.
Tras 21 meses de pandemia, Daniel Salas entiende el cansancio de la población y se muestra más comprensivo ante las celebraciones familiares del 24 y 31 de diciembre. Sabe que el ser humano tiene una naturaleza social; pero no oculta el temor por el impacto que podrían tener esas actividades. Por eso, recomienda que los grupos sean "lo más reducidos posibles" (no mezclar "cinco o seis burbujas"), buscar sitios abiertos o bien ventilados y que, preferiblemente, todos los presentes estén vacunados contra COVID-19; también aconseja mantener los protocolos sanitarios conocidos, sobre todo el uso de la mascarilla si asisten personas que no pertenecen al núcleo familiar.