Herediano reaviva fantasmas en Alajuelense y saca un gran botín en la ida

El 2-0 de Herediano sobre Alajuelense dejó en claro dos cosas. Lo primero es que los fantasmas siguen apareciendo en la Liga y que el botín para los rojiamarillos es valioso y un justo premio a un gran partido.

En la primera parte, solo hubo un equipo en cancha y este fue el florense.

Fue muy claro lo que quería Jafet Soto con su planteamiento. El timonel no considera que Ian Lawrence sea un “lateral top”, como lo definió meses atrás Guimaraes, y el ataque de los locales se concentró en esa zona.

Mientras Andy Rojas era un dolor de cabeza para Lawrence, por el centro rompía la línea Emerson Bravo y la zaga de la liga era un semáforo intermitente.

Los goles no tardaron en llegar. Primero fue Allan Cruz y luego Darril Araya, pero pudo ser más. Cuando al minuto 18 Cruz celebró, ya los rojiamarillos habían estado cerca y luego del 21’, cuando celebró Araya, Herediano volvió a inquietar a Leo Moreira.

El descanso llegó y en los primeros 45 minutos la Liga no había aparecido y el marcador se antojaba corto para los locales.

Para la complementaria, Alajuelense mejoró y se llegó con peligro a las inmediaciones del Anthony Walker, quien regresó a la titular y no defraudó la confianza.

Los movimientos desde los banquillos comenzaron a darse y los cambios en la dinámica de juego. La Liga sufría menos en defensa porque perdió profundidad Herediano. En la media los florenses perdieron manejo del balón y sentían más presión en defensa, pero los liguistas no avasallaban en esa zona del terreno de juego.

Por más que lo intentaron, el marcador no cambió más. Un gran partido para Herediano y uno para hacerse las preguntas de siempre en Alajuelense.