El caso, que ocurrió hace un año en Naranjo y que se viralizó en redes sociales, revive la reflexión acerca del riesgo que implica tomar la justicia en manos propias.
Le propinó una golpiza creyendo que le había robado su teléfono celular, pero al final fue condenado a 15 años de cárcel por matar al hombre que lo intentó ayudar tras tener accidente con su carro.