Los malabares que hace la CCSS para no desperdiciar vacunas contra COVID-19
Según la Caja Costarricense de Seguro Social, las dosis que se pierden representan menos del 1%.
La mayoría de vacunatorios se han mantenido sin filas en los últimos días, sin embargo, las dosis anticovid se siguen descongelando.
Las dos marcas de vacuna que se utilizan en Costa Rica deben llevar un tratamiento diferente antes de ser aplicadas: esto influye en el plazo de vida útil.
Antes, la vacuna de Pfizer podía estar en refrigeración solamente por cinco días, lo que aumentaba el riesgo de perderlas. Ahora el tiempo es de un mes.
Para evitar que se desperdicien dosis, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha tenido que hacer "malabares". La doctora Diana Paniagua, de Vigilancia Epidemiológica, contó que en algunos casos, principalmente en sectores rurales, han tocado puertas, casa por casa, con tal de no perderlas.
"Recuerdo uno de los eventos en Ciudad Quesada, donde nos apoyaron bastante para vacunar gente, hasta en horas nocturnas, y poder utilizar las vacunas 130 horas después de haberse descongelado, pero en este momento no tenemos esta limitante", explicó la experta.
¿Qué pasa con las vacunas si las personas no llegan?
Se han determinado distintos planes de contingencia, que han ido cambiando conforme se abren nuevos grupos de vacunación.
Actualmente, se pueden vacunar todas las personas de 18 años en adelante, sin importar el área de salud. Además, se le adelantó la segunda dosis a los mayores de 30.
La primera opción, si los usuarios de adelanto de segundas dosis de Pfizer no llegan, es almacenarlas por una semana, en caso de que alguien no haya podido asistir. Se mantienen en refrigeración.
Como segundo plan está el listado de las personas que solicitan cambiar su lugar de vacunación para la segunda dosis. Ellos deben acudir al área de salud a pedir el traslado, días antes de su cita. Paniagua aseguró que deben dejar el número de teléfono y los llaman si hay disponibilidad.
La tercera opción es adelantar las dosis a población menor de 30 años. Quienes estén interesados, también deben acudir al centro respectivo para ponerse a disposición del plan de contingencia.
Si todas estas opciones se agotaron y las vacunas se deben aplicar, se podrían utilizar como primeras dosis. La doctora explicó que, en caso de ser Pfizer, se les da prioridad a jóvenes de 12 a 17 años, mayores de 58 y embarazadas. En caso de que tampoco asistan pacientes con estas características, se podrían aplicar a cualquier persona.
"Los vacunadores han tomado ese compromiso, tenemos historias de personas que han ido hasta buscar casa por casa para aplicar las dosis que se necesitan aplicar. Realmente las vacunas no se pierden, siempre se tratan de aplicar. Si están en una zona alejada, siempre se hacen los esfuerzos necesarios para que alguna persona la reciba", añadió Paniagua.
La CCSS aún no tiene consolidado el número de vacunas que se han tenido que desechar, sin embargo, aseguran que es mucho menos del 1%.