Por Juan José Herrera |12 de noviembre de 2020, 11:20 AM

El uso de Netflix, aplicaciones de música y otras de entretenimiento colapsaron la conexión de Internet del nuevo edificio de la Asamblea Legislativa en las últimas semanas.

Así lo señaló esta mañana el director ejecutivo de la Asamblea, Antonio Ayales, luego de que los propios diputados le pidieron rendir cuentas sobre los problemas en la conexión de Internet y celular que están experimentado.

Ayales explicó que el acceso a estos servicios consume muchísimo ancho de banda y eso terminó comprometiendo el correcto funcionamiento de sistemas claves como la transmisión de sesiones, que la semana anterior impidió la publicidad de las comisiones de Gobierno Administración y Contratación Administrativa.

Por esta razón, la dirección ejecutiva decidió restringir el acceso a las diferentes redes para que cada usuario deba utilizar un usuario y contraseña, así como bloquear el ingreso a ciertos sitios web.

“Esta decisión ha permitido que, hasta lo que llevamos de la semana, no hayamos tenido problemas con ninguna transmisión”, dijo Ayales.

La conexión a Internet del edificio está a cargo de RACSA, cuyo personal aseguró que están trabajando en ampliar la cobertura dentro del edificio, pues hay sectores donde no hay conexión o esta es muy débil pues se realizaron conexiones a la medida “según las dimensiones de las diferentes salas”.

Por este servicio la Asamblea paga a RACSA $87 mil dólares mensuales.

El independiente Jonathan Prendas cuestionó, entre otras, que el bloqueo de sitios incluye la plataforma de YouTube, lo cual es ilógico pues es por esa plataforma donde se transmiten todas las sesiones.

Conexión celular

La otra gran queja de los diputados es que, sin conexión inalámbrica a Internet, los celulares dependen de su propia conexión, pero esta tampoco funciona porque no hay señal en los niveles más bajos del edificio.

Eso impide que reciban o realicen llamadas o que se comuniquen con sus asesores, especialmente cuando están en Plenario, que es el último sótano (-4).

Ayales confirmó que las “condiciones particulares” del edificio complican el acceso a la red y que al tener tanto concreto estas dificultades son mayores.

El director explicó que el contrato original con el ICE en este tema es que el nuevo edificio fuera “pionero” en la red 5G en el país, pero que la pandemia complicó la importación de los equipos necesarios para esto, por lo que esa posibilidad está retrasada.

Añadió que el instituto está ofreciendo una “solución temporal” que estaría lista en 22 días hábiles, pero que esta tiene que aprobarse antes.

No reveló detalles de esa solución.

Las quejas con el nuevo edificio no paran: los problemas con el audio de las sesiones también se discutieron esta mañana, lo mismo que las dificultades de la prensa para realizar su labor profesional, problemas con los ascensores, el hecho de que solo en el último piso haya hornos de microondas, lo que obliga a que todos los funcionarios se tengan que desplazar a este para su uso o la falta de basureros son parte de las numerosas quejas.