Por Rodolfo González |22 de noviembre de 2019, 20:50 PM

Me decepcionó el comunicado de la Universidad de Costa Rica (UCR) relacionado con a los hechos ocurridos este jueves por la noche en las afueras del campus universitario en San Pedro.

Rociar con gasolina a otra persona no es un juego. Es un acto criminal. Por cierto, la legislación penal sanciona con mayor reproche un ataque contra un policía. Sin embargo, hoy en su comunicado las autoridades de la universidad omiten referirse a este tema.

Si la UCR quiere defender su autonomía que lo haga, y que esta defensa se fundamente con argumentos de peso que apelen al respeto del ordenamiento jurídico del país. 

Si quieren defender sus incentivos salariales también pueden hacerlo, siempre dentro del marco del diálogo democrático. 

Yo no veo problema en que se discutan tales cosas. Lo que me parece decepcionante es que no condenaran ese cobarde ataque contra la Fuerza Pública. ¿No atenta ese peligroso acto contra la institucionalidad? 

Independientemente si eran estudiantes o no, ¿no debieron en el comunicado referirse duramente contra este comportamiento? Estoy seguro que la Universidad reprocha estos actos, pero sin duda faltó condenarlos públicamente.

La UCR defendió el actuar de su seguridad interna, la cual permitió ingresar a muchos de los manifestantes (y conste que digo manifestantes y no necesariamente estudiantes) al recinto universitario. Además, como se ve en los vídeos, estos agentes de seguridad se interpusieron entre ellos y la policía. Entonces… ¿está bien que alguien lance combustible a otra persona o genere disturbios y luego se oculte en el campus?

Condenar estos actos no hubiese ido contra de los intereses de la Universidad. Más bien creo que hubiera fortalecido su posición a favor del respeto a la institucionalidad del país.

Actualización: Cinco horas después del comunicado de prensa, el rector Henning Jensen dio una breve declaración en la que repudia que un estudiante lanzara gasolina contra un policía.

“No podemos estar de acuerdo en que se atente contra la vida de personas en nombre de una universidad que cultiva el amor por el conocimiento, las artes y las humanidades”, dijo.