Por Juan José Herrera |15 de noviembre de 2019, 16:53 PM

La millonaria inversión que el Gobierno esperaba concretar este semestre de parte de Emiratos Árabes es ahora incierta.

El plan de inversión, que incluye entre otros el control de los puertos del Pacífico, la construcción del nuevo hospital en Limón y la cooperación financiera para aligerar la deuda del país en el tema fiscal, se tambalea en medio de nuevas consideraciones del gobierno emiratí.

La ministra de Planificación Pilar Garrido, encargada de las negociaciones, aseguró que el panorama cambió a partir de diferentes circunstancias en ambos extremos de la discusión: en Costa Rica la situación fiscal mejoró, mientras que en Emiratos Árabes han surgido dudas, por ejemplo, con el impacto que pueda tener incursionar en un negocio que obligue a rescindir un contrato vigente, como es el caso de Costa Rica con la Sociedad Portuaria de Caldera SPC.

“Cambió algo en las dos partes, ellos contrataron abogados para analizar las condiciones del crédito porque hay un riesgo reputacional en caso de que el contrato no salga bien, algo que quieren porque son una de las empresas portuarias más importantes del mundo. Están cuidando mucho que se haga de la mejor manera y de que no esté vinculado el nombre de su empresa con algún conflicto a nivel nacional.

“De nuestro lado también es importante transmitir confianza y seguridad jurídica a los inversionistas que quieran venir, porque pueden decir que si se rescinde este contrato puede que pase con cualquier otro, por eso hay que manejarlo con calma, buscar una salida al contrato que sea satisfactoria para todas las partes”, aseguró la ministra.

La idea original era que a más tardar en agosto anterior llegara la propuesta de Emiratos para asumir el control total de puerto Caldera y el puerto de Cruceros en Puntarenas.

Garrido insistió en que, en este punto, el cambio es urgente, pero que ahora podrían tener que esperar hasta seis años por esa propuesta, pues el contrato actual con SPC vence en 2026.

En peligro

En el caso del nuevo hospital de Limón, que el gobierno tico esperaba fuera donado en su totalidad por los Emiratos, está ahora siendo valorado como un proyecto conjunto entre ambas naciones.

“Lo que se está valorando es algún apalancamiento de contribución estatal, lo que ellos nos han manifestado es que necesitan saber de cuánto será esa contribución nuestra para que sea un proyecto de ambos gobiernos.

“Nosotros queremos ver si podríamos cumplir con la expectativa emiratí con la donación del terreno y el equipamiento o si habría que adquirir algún compromiso de crédito, pero esa posibilidad (la de la donación de la construcción) no está cerrada”, explicó la jerarca.

En cuanto a la cooperación financiera Garrido explicó que la difícil situación económica en el país meses atrás sembró dudas en los inversionistas, pero que esto cambió a raíz de la aprobación de los eurobonos y la mejora del país en su calificación.

“Está valorándose la compra de bonos y otros instrumentos como la donación de un capital semilla para proyectos de inversión pública prioritarios, o un fideicomiso o bonos verdes o sociales, son muchos instrumentos que en su momento no conocíamos pero que ahora nos parecen viables para metas que tenemos, por ejemplo el recambio de la deuda”, explicó.

En enero próximo ella y el presidente Carlos Alvarado viajarán a tierras emiratíes para entablar reuniones de seguimiento sobre todos estos puntos y también impulsar la industria halal en el país.

Recientemente Costa Rica recibió la acreditación halal, un sello que permitirá entre otros la exportación de carne a la península arábica y la comunidad musulmana.

“Esto nos abre una gran puerta a las exportaciones desde regiones deprimidas del país, es una excelente noticia pero que nos supone el desafío de consolidar una ruta en temas de preservación de alimentos perecederos para que lleguen en la mejor condición. Estamos hablando de una industria con un potencial de $3.000 millones para el próximo año”, finalizó Garrido.