Por AFP Agencia |14 de noviembre de 2019, 15:29 PM

Mientras ondeaba su bandera en el estadio de Amán, la victoria de Irak ante Irán en Jordania fue también un triunfo para las multitudes que protestan en Bagdad contra el gobierno iraquí, apoyado por el régimen islamista de Teherán.

El esperado duelo entre ambas selecciones finalizó con victoria iraquí por 2-1 con el gol definitivo en el tiempo extra, un final alentador para un día que comenzó con cuatro manifestantes muertos en los disturbios en la capital iraquí Bagdad.

Pero el choque ponía algo más en juego que el resultado, tanto para los expatriados del país en Jordania como para los que lo presenciaban desde Irak.

"Nuestro objetivo más importante es enviar un mensaje claro para todo el pueblo iraquí -los sunitas, los chiitas, los kurdos- de que rechazamos la injerencia de Irán y de sus agentes en nuestro país", afirmó Mustafa Abdulá, un iraquí que reside en Amán. 

"Irán y sus agentes son la causa de los problemas que azotan a Irak después de la caída" del exdictador Sadam Husein en 2003, opinaba ante AFP durante el partido.

"Hemos venido no sólo para apoyar a nuestro equipo contra Irán en el estadio sino también para apoyar a los manifestantes en su mayor competición, su revuelta contra Irán y la injusticia en Irak", añadió.

Los manifestantes iraquíes critican a Irán por respaldar al gobierno que desean derrocar y por injerencias en los asuntos políticos y económicos del país.

Los dos países estuvieron en guerra entre 1980 y 1988, pero acercaron posiciones desde el derrocamiento del dictador tras la invasión de Estados Unidos en 2003.

En terreno neutral.

El partido entre ambas selecciones iba a disputarse en la ciudad portuaria de Basora.

Pero ante la "situación actual de seguridad en Irak", la FIFA decretó que el partido se jugase en terreno neutral.

Jordania cuenta con una comunidad de unos 70.000 iraquíes.

En señal de duelo por los manifestantes muertos, los aficionados iraquíes vistieron de luto, y algunos se pusieron máscaras médicas negras como las utilizadas por los manifestantes en la plaza Tahrir contra los gases lacrimógenos de las fuerzas gubernamentales.

En esas condiciones, el partido reunió un amplio dispositivo policial.

"Vinimos para cumplir con nuestras obligaciones, primero apoyando a nuestro equipo, y después expresando nuestro apoyo a los hermanos que se levantaron contra la corrupción y la injusticia en Irak", señaló Nawras al-Mashhadani, otra iraquí que reside en Amán.

En su opinión, el partido ofreció un respiro temporal a las "escenas de sangre y fuego" que usualmente proceden de su país de origen.

'Héroes'.

En el centro de Bagdad, los manifestantes presenciaron el partido a través de grandes pantallas.

"Irán fuera, Bagdad seguirá siendo libre", coreaban.

Con un camiseta de la selección, Ahmed, un aficionado de 26 años, afirmó que el partido "es un mensaje importante".

Incluso los vehículos Saipa, fabricados en Irán y utilizados por los taxistas de Bagdad, circulaban con banderas iraquíes mientras los pasajeros alentaban al equipo.

"La selección (de Irak) demostró que tenemos héroes en todos lados, y no sólo en la plaza de Tahrir", indicó Sara, de 25 años.

A lo largo de su historia futbolística, los dos países se han enfrentado en 21 ocasiones, con 11 victorias para Irán, ocho para Irak, y dos empates.