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Meditar, estudiar o terapia, un camino interior para sobrevivir a la crisis argentina

Pese a la crisis económica que aleja a pacientes de los consultorios, muchos se la rebuscan para no abandonar su tratamiento. "Me han pagado con un chocolate o con flores", explica la profesional que atiende también en un centro comunitario.

Por AFP Agencia |14 de octubre de 2019, 11:18 AM

Buscar la paz interior con meditación, calmar las ansiedades con terapias o psicoanálisis, estudiar para ocupar la mente o simplemente rezar: muchos argentinos buscan alternativas para sobrevivir a una nueva crisis económica.

"Muchos pacientes vienen por derivaciones de médicos, sobre todo en este último año. Hay ataques de pánico, ahogos, un dolor en el pecho, pero no sale nada en los estudios clínicos, entonces nos los derivan", afirma la psicoanalista Valeria Farmetano.

Pese a la crisis económica que aleja a pacientes de los consultorios, muchos se la rebuscan para no abandonar su tratamiento. "Me han pagado con un chocolate o con flores", explica la profesional que atiende también en un centro comunitario.

Mariana Correa, de 39 años, es una de esas pacientes que pensó en dejar. "No tener dinero suficiente me genera ansiedad. No sé si voy a poder abonar cada sesión pero no quiero abandonar (la terapia) porque es un espacio para mí. Encontré en el diván un refugio donde puedo reflexionar", confiesa a la AFP.

Se define como trabajadora "precarizada", con un ingreso mensual de 15.000 pesos (250 dólares) apenas por encima del salario mínimo. "La crisis económica y social están generando en mí preocupaciones y a veces desesperación", agrega.

Estudio y gimnasia 

"Lo único que no abandoné es el gimnasio, busco alternativas para estar ocupada, pero me angustio muchísimo. No quiero que se vea. Es feo perder la independencia, me pone en inferioridad de condiciones". Quien habla es María, una ingeniera de construcciones de 55 años, casada y madre de dos hijas jóvenes, una universitaria y la otra ya graduada.

Hace 10 meses, decidió acogerse a un retiro voluntario de la empresa estatal en la que trabajaba hacía 25 años para poder comprarse un departamento más grande sin necesidad de un crédito.

Dejó atrás estrés, horario extenso de trabajo y viajes diarios de más de una hora. Confiaba en que iba a reinsertarse rápidamente en el sector privado, pero los currículos que envía no obtienen respuesta. Supone que su edad y ser mujer le juegan en contra en medio de una crisis que achicó la oferta laboral en Argentina, donde la desocupación trepó a 10,6%.

"Tengo esperanzas, cada día me olvido de ayer y empiezo de nuevo", se convence. Empezó un posgrado con orientación en negocios: "Te da herramientas para ejercer".

Reinventarse en la crisis 

Pese a que las terapias psicológicas puedan considerarse un lujo en tiempos de crisis, la demanda creció este año, dice Gabriela Grinbaum, analista de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) y docente de la Universidad de Buenos Aires.

"Un psicoanálisis ofrece reinventarse e ir al encuentro de lo más singular de uno, es una apuesta. Es el intento de creer en algo en tiempos de descreencia generalizada", afirma.

"En ciertos sectores nos salvó reinventar una causa, agruparse para pelear algo y estar juntos por un ideal, como sucedió con las mujeres en la lucha por la ley del aborto" en 2018, sostiene Grinbaum.

Representante en Buenos Aires de la ONG El Arte de Vivir, la española Beatriz Goyoaga invita a recuperar el equilibrio psicofísico perdido por la ansiedad producida por la crisis. Nada mejor que respirar y meditar, dice.

"Con la respiración se limpia el barro del parabrisas y con la meditación puedes entrar al auto. La respiración es la medicina más barata del mercado, sin efectos secundarios. Es practicar la higiene mental", explica.

En la elegante casona donde vive y funciona la ONG, un enorme salón se transformó en espacio para la meditación colectiva, cada vez más concurrida. "Enseño a la gente a ser bombero y no pirómano", dice.

Ayuda de Dios 

A las iglesias llegan fieles en búsqueda de Dios, pero también de ayuda alimentaria y solidaridad para paliar las vicisitudes de la pobreza, que afecta a 35,4% de los argentinos, empujada por la alta inflación (30% hasta agosto).

"Nuestro rol es el trabajo de base, hay muchos miembros de la iglesia católica que están en los barrios poniéndole el pecho a esta realidad", dice el padre Francisco Paco Oliveira, en referencia a los comedores populares que gestiona la iglesia católica.

Oliveira integra el grupo de Curas en la Opción por los Pobres que insta a actuar "con un oído en la madre tierra y con el otro en el Evangelio, trabajar y soñar con un mañana nuevo, como el que el pueblo añora desde sus dolores cotidianos".