Por Andrés Martínez |14 de agosto de 2019, 6:01 AM

Hace menos de un mes en Nicoya el Presidente Carlos Alvarado fue enfático en que no cedería a presiones. Sin embargo, el acuerdo de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y sindicatos contradicen ese discurso y según varios sectores pone en jaque el saneamiento fiscal.

Solo 20 días después de esa fuerte y vehemente declaración, al Gobierno no sólo lo detuvieron, sino que tuvo que dar marcha atrás 155 días al acuerdo del 20 de febrero.

Alvarado había sido enfático durante su llamativo discurso con la línea y propósito de su administración en avanzar en resolver la crisis fiscal, pero ahora esas palabras se vuelven contrarias a los 15 puntos firmados entre la Caja y sindicatos para frenar la huelga.

Así lo ve la oposición, quien es crítica y señala una fuerte contradicción.

El tropiezo no lo disimula la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar. Apesadumbrada lo reconoció el miércoles en el foro de revisión del programa macro económico.

Para los diputados, el acuerdo de la Caja puede pasar una factura muy cara. No sólo por privilegios que se sigan pagando, sino también porque puede tambalear otros proyectos relacionados a la estabilidad fiscal.

Las voces de desaprobación también llegan desde la Defensoría de los Habitantes. Catalina Crespo calificó de irrazonable el acuerdo.

Para más detalles puede ver el vídeo adjunto.