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Nadie sabe si la restricción vehicular funciona para combatir las presas

Autoridades de tránsito reconocen que hasta agosto se realizará un estudio para determinar si realmente la medida funciona o no

Por Juan José Herrera |20 de junio de 2019, 10:03 AM

Nadie sabe si la restricción vehicular que se aplica en el área metropolitana funciona para combatir la congestión en las calles de San José.

Así lo reconoció el propio encargado de la dirección de Ingeniería de tránsito, Junior Araya, quien aceptó este jueves en una entrevista con Teletica.com que no hay estudios que reflejen la efectividad de la medida tomada desde el 2005.

“La medida se justifica en el sentido en que cuando realizamos los estudios de tránsito se establece cuál es la capacidad de las principales intersecciones que rodean circunvalación.

“Cuando nosotros nos damos cuenta que ya el volumen vehicular alcanzó la capacidad de las vías tenemos que buscar alguna medida alternativa para bajar ese volumen y que pueda dársele mayor fluidez, qué tanto estamos bajándolo es lo que queremos saber, no lo sabemos y lo vamos a medir, pero cualquier porcentaje es un aporte”, defendió el director.

Araya sostuvo que hasta agosto de este año se realizará un análisis para cuantificar qué tanto se respeta y qué implicaciones tiene la medida en el combate a la congestión diaria.

El funcionario explicó que en el pasado se realizaron ocho informes, pero ninguno de ellos analizó esa variante, pues todos se enfocaron en determinar los tiempos de traslado de un lugar a otro y la velocidad media, método insuficiente para valorar el cumplimiento.

Sin resolver

La restricción vehicular se empezó a aplicar en 2005 como parte del llamado “Plan de contingencia petrolera” impulsado durante la administración de Abel Pacheco, una apuesta que buscaba reducir la factura energética y promover el ahorro de combustibles luego de que el precio internacional del crudo se disparó.

Posteriormente la medida se repensó en 2009 para combatir, además, la creciente congestión vehicular.

En su defensa, las autoridades también aseguraron que de la mano con un menor consumo de hidrocarburos y una disminución en la circulación, los índices de contaminación ambiental podrían también bajar.

Sin embargo, esto tampoco ha sucedido.

Jorge Herrera, coordinador del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Universidad Nacional, explicó que desde el 2004 realizan estudios de la calidad del aire, específicamente mediante el monitoreo de cuatro contaminantes.

De estos, el principal vinculado a las emisiones de los vehículos es el dióxido de nitrógeno, el cual ha mostrado un aumento sostenido de entre 8% y 12% en los últimos 15 años.

Herrera aseguró que en los análisis de estos contaminantes relacionados a la combustión se toman en cuenta tres aspectos: la tecnología y edad del vehículo, la calidad del combustible utilizado y la velocidad en que el automóvil circula.

“Entre más lento circule un vehículo más contaminantes genera, así funciona. Sin embargo, antes de lanzar un veredicto en la restricción es importante medir que el lote automotor ha crecido enormemente en los últimos años, eso también se está reflejando en nuestros índices, lo que significa que la medida podría estar conteniendo parte del problema y evitando que estos números sean aún mayores”, explicó Herrera.

En este punto, el último informe Estado de la Nación aseguró que Costa Rica es uno de los países latinoamericanos con más vehículos por cada mil habitantes (231 unidades), superado solo por Argentina (315) y México (278).

Oficiales no dan abasto

El subdirector de la Policía de Tránsito, Alberto Barquero, indicó que solo 25 oficiales de ese cuerpo policiaco está dedicados a atender todos los incidentes que ocurren en el casco metropolitano.

O sea que solo 25 oficiales tienen que velar por temas como el control vehicular, parqueo, accidentes, respeto a carriles exclusivos y también  el cumplimiento de la restricción vehicular. En otras palabras, no hay policías dedicados exclusivamente a constatar que se respete la medida.

“Si un policía entra temprano va a regular el tránsito en algún sector y después va a hacer controles de otros tipos, pero si está en eso y ve un carro con restricción lo va a sancionar, aquí todos hacemos de todo”, dijo Barquero.

El subdirector aceptó, empero, que los oficiales destinados a las labores de regulación vial durante las horas de mayor congestión no pueden sancionar la restricción por un tema de sentido común: “sería más cara la cura que la enfermedad”, dijo.

Aun así, datos proporcionados por la propia Policía de Tránsito revelan que en el primer cuatrimestre del presente año se confeccionaron 3.843 infracciones por violentar la restricción, mientras que durante todo el año pasado se cuantificaron 12.552 multas. 

Descontando los fines de semana y los días feriados, en promedio se realizan más de 40 infracciones por día. Esas cifras, según Tránsito, se han mantenido en los últimos cinco años.

Ante la ausencia de estudios, sin embargo, las mismas autoridades no saben si eso es una cifra alta o baja de cumplimiento.