Por 7 Estrellas Redacción |6 de junio de 2019, 10:22 AM

Por: Marilin Gamboa

¡Bienvenidos una vez más a la hermosa ciudad de Praga! ¿Están listos para conocer más bellezas llenas de historia y de esplendor?

Praga en sí es un exuberante museo y tiene algunos lugares sería imperdonable no visitarlos.

Lo primero que vamos a conocer es el Castillo de Praga. Es el castillo más grande del mundo y el monumento más importante de la República Checa. Ya con tiquete en mano las pulsaciones se aceleraban de la emoción. Aquí lo impactante y totalmente alejado de la idea de castillo medieval con aspecto fortificado.

Se puede decir que la historia de Praga comienza con la construcción de castillo en el siglo 9, su ubicación estratégica pronto lo convirtió en el centro del territorio. Y constituyó la residencia de los reyes de Bohemia desde que su fundación.

Al principio era un edificio de madera muy sencilla y fue con Carlos IV en el poder, cuando el palacio cobraría su actual aspecto gótico. Lo más destacado es el Salón Vladislav por su curiosa bóveda estrellada y las enormes ventanas de más de 5 metros.

Justo a unos cuantos metros de Palacio de Praga se encuentra La Catedral de San Vito. Es el edificio religioso más importante de la República Checa, y una de las catedrales más imponentes de toda Europa.

Un magnífico ejemplo de arquitectura gótica que durante sus más de siete siglos de existencia ha destacado sobre el perfil de Praga, acogiendo las coronaciones, bodas y entierros de los reyes y emperadores bohemios.

Las paredes de la capilla están revestidas en su parte inferior con frescos y piedras semipreciosas de la época de Carlos IV.

Bueno, maravillada y asombrada de tanta opulencia y poderío sigo mi ruta hasta el siguiente punto importante.

Los primeros judíos llegaron a Praga en el siglo X y fueron fundamentales en la historia de esta ciudad. Al poco tiempo de su llegada, comenzarían a sufrir la represión.

El antiguo barrio judío, está lleno de recuerdos sombríos de su pasado.

Entre estos se encuentran las lápidas erosionadas del Antiguo cementerio judío y la sinagoga Pinkas, que ahora es un monumento en memoria de las víctimas del Holocausto,

En 1389, durante el Domingo de Pascua, 3000 judíos residentes en Praga fueron asesinados violentamente sin razón aparente.