Por Janeth Valverde |10 de abril de 2019, 7:03 AM

Desde hace varias décadas miles de indígenas de la reserva Ngöbe migran a finales de año de Panamá a Costa Rica, la mayoría lo hace con sus familias aprovechando la cosecha de café y viven en la pobreza extrema.

Los Ngöbe residen durante casi 6 meses mientras se realiza la recolecta del grano y a ellos los acompañaba una gran población infantil, quienes tienen que enfrentar diversas amenazas, entre ellas: enfermedades y condiciones realmente inhumanas.

El proyecto para darle calidad de vida a los niños Ngöbe, ‘Casas de la alegría’, empezó a tocar puertas hace tres años y logró que la Unicef se interesara y les diera su apoyo.

Las primeras ‘Casas de la alegría’, se instalaron en fincas de cafetales privados mediante la coordinación que se establece entre las instituciones del gobierno, la empresa privada y la sociedad civil.