Por Christian Montero |8 de enero de 2019, 8:04 AM

Las ruinas de lo que fue el pueblo de Cinchona lucen 10 años después de la tragedia, un poco más recuperadas. Los vecinos reconstruyeron una ermita mientras que unas cuantas fincas mantienen vivo el lugar.

La fuerza de la naturaleza no dejó piedra sobre piedra. El 8 de enero del 2009 un terremoto de 6.2 grados destruyó el apacible poblado de Cinchona, en Sarapiquí de Heredia que, hasta entonces, era prácticamente desconocido.

27 personas perdieron la vida tras el fuerte movimiento telúrico y una década después, aún se desconoce el paradero de dos vecinos de este tranquilo lugar.

El paso de los años acabó por completo con las viviendas muchas de las cuales hoy están llenas de maleza.

Cada una de ellas es un mudo testigo del dolor y la destrucción de aquella tarde de enero.

Muy pocos de sus antiguos habitantes se animan a regresar al lugar en donde vivieron por décadas, criaron sus hijos o tenían sus fincas.

En medio del abandono se erige la ermita construida por los vecinos en donde estuvo la iglesia.

Ese es el punto de encuentro para rezar un rosario cada cierto tiempo y la única actividad que logra convocar a varios de los antiguos habitantes y familiares de quienes perdieron la vida en el terremoto.

No se pierda el reportaje completo en el video adjunto.