21 de agosto de 2018, 7:43 AM

15 de las víctimas de homicidio durante el 2017 eran inocentes ajenos a conflictos y a la guerra narco, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

El 3 de mayo del 2018 tres muertos y tres heridos fue el saldo de una balacera que se presentó en barrio Los Mangos de Bajo Los Anonos, Escazú.

Lo lamentable del suceso es que dos de los fallecidos, identificados como Joffer Gerardo Guerrero Santamaría de 30 años y Cristopher Loaiciga Cerdas de tan solo 13 años fueron víctimas inocentes quienes no tenían nada que ver con la tercera víctima.

El 5 de octubre del 2016 en Cieneguita de Limón, sospechosos miembros de un grupo criminal abrieron fuego contra sus rivales a eso del mediodía.

En el hecho murieron cuatro personas, una joven de 15 años y un pequeño de apenas 112 años.

También fue asesinado un joven con antecedentes judiciales por tenencia de drogas y asaltos.

Otras cinco personas resultaron heridas de bala, todas personas ajenas al conflicto.

El 8 de junio del 2015 un niño de 10 años falleció tras ser baleado en la cabeza, en un enfrentamiento entre narcotraficantes y oficiales encubiertos de la Policía de Control de Drogas (PCD).

Al parecer un proyectil permitido desde un arma del oficial antidrogas impactó al menor.

El intercambio de disparos ocurrió cerca de las 3:15 de la tarde en la ciudadela Zumbado, situada a la par del cementerio de la cuesta de Corredores en Puntarenas.

El fallecido fue identificado como Dennis Andrés Mora Venegas, quien fue impactado cuando, al parecer, jugaba en el corredor de la casa.

Herido, su madre Elisa Venegas lo metió en la vivienda, donde fue declarado sin vida minutos después por cruzrojistas.

Este caso fue a juicio y el Estado pagó una indemnización por la muerte del menor.

Algunos sujetos fueron detenidos tras ese hecho como sospechosos de la balacera contra los oficiales.

Según datos del OIJ, fueron 15 las víctimas colaterales que se incluyen entre los 603 homicidios que se registraron en el 2017.