Por Teletica.com Redacción |19 de agosto de 2018, 8:31 AM

Tres caballos de una finca ubicada en Carrillo de Guanacaste fueron destazados por parte de cuatreros, gente que corta en su mayoría ganado ajeno para vender la carne sin ningún control sanitario.

Los equinos fueron hallados por parte de la familia Mendoza, la mañana de este domingo.

Los caballos -que solían ser llevados a los topes- tenían entre cinco y seis años y las pérdidas se estiman en unos 6 millones de colones. 

"La preocupación para todos nosotros es que esos caballos están recién vacunados, desparasitados, con vacunas de 40 días. 

"Si las personas comen de esa carne es peligroso que los afecte. Llamamos a la gente para que no compre carne barata y sin las medidas de higiene correspondientes", expresó Herminio Mendoza, propietario de los animales.  

Finqueros indefensos

Este no es el primer caso de cuatrerismo que se reporta en esta provincia.

A inicios de abril la finca afectada fue La Leona en La Garita de Santa Cruz, según contó su propietario Manuel Angulo Dinarte, informó Guana Noticias.

Los cuatreros se ensañaron con dos vacas, una de ellas estaba embarazada.

A inicios de abril ocurrió un caso similar en el sector de Parcelas de Quebrada Azul de Tilarán.

Los cuatreros o ladrones destazaron cinco cabezas de ganado de la finca de Isaías Calderón. 

Eran toros de 450 kilos cada uno, según la denuncia que hizo una persona al medio Guana Noticias.

Semanas atrás ocurrió algo parecido en fincas en Bagaces, Nandayure y Cañas, solo por mencionar algunas.

Las dos preocupaciones de los afectados es el sentimiento de inseguridad que los abruma, y la otra es la venta de esa carne en carnicerías de la región o en casas de habitación.

Otro hecho también se presentó un hecho similar en Atenas, donde los finqueros no esconden su temor, porque después de las 7 p. m. el riesgo de que sus animales no amanezcan es muy elevado.

Durante los últimos días una banda organizada robó y destazó 30 vacas y caballos en diferentes fincas de la localidad alajuelense. 

Según testigos, cometen sus fechorías entre dos y tres veces por semana.

Las comunidades donde más se dan este tipo de delitos son Las Pavas, El Desmonte, Alto el Monte, Calle Salas y Barrio Jesús.